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Los niños y jóvenes de la Asociación de Síndrome de Down de Palencia posan con los calendarios que venden para obtener fondos para sus actividades.
En busca del espíritu navideño

En busca del espíritu navideño

Las asociaciones de carácter social venden en estas fechas calendarios y lotería para financiar sus actividades

Raquel Martínez Carrascal

Lunes, 22 de diciembre 2014, 10:20

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La iluminación de las calles, los escaparates, el árbol gigante de la Plaza Mayor, los villancicos en los supermercados... Que la Navidad ha llegado es un hecho, desde hace algunas semanas además, y unido a todos esos elementos visibles que acompañarán a los palentinos hasta el 6 de enero, hay otro signo que no se ve pero sí se percibe claramente en esta época: se trata del espíritu navideño, un sentimiento o sensación que propicia los reencuentros, la unión y la solidaridad y que, pasada la festividad de los Reyes Magos, se esfuma, como por arte de magia.

Pero volviendo a las fechas navideñas, y aprovechando la sensibilidad que rezuma la población durante estos días, numerosas asociaciones de carácter social y ONG ponen a la venta distintos artículos con los que obtener fondos para financiar las actividades que realizan a lo largo del año con sus asociados y familias.

La lotería es el reclamo más utilizado por la mayoría de agrupaciones, que venden participaciones con un pequeño donativo que se destina íntegramente a sus programas educativos, de rehabilitación o de ocio y tiempo libre, entre otros.

«Hemos vendido participaciones de tres euros, de los que 60 céntimos son un donativo para la asociación», explica Valle Laso, presidenta de la Asociación Síndrome de Down de Palencia (Asdopa). También los integrantes de la Asociación Autismo Palencia han vendido entre sus familias y allegados papeletas a un precio de cinco euros, de los que uno de ellos se queda el colectivo para su financiación. «Estas aportaciones sirven para cuadrar la balanza económica, son pequeños ingresos que ayudan para afrontar, por ejemplo, los gastos del personal del día a día, que son elevados», señala Rebeca Llorente, gerente y educadora social de la Asociación Autismo Palencia.

Mientras que desde Asdopa y la Asociación Autismo se muestran satisfechas con la venta de lotería de Navidad, en el Banco de Alimentos no han corrido la misma suerte. «Desafortunadamente hemos vendido muy pocas participaciones y los donativos que hemos conseguido, que han sido muy limitados, los destinaremos a los gastos de gasoil», lamenta Maritza Velasco, presidenta de la entidad. «Creo que no hemos tenido tanto contacto directo con los palentinos como otros años, cuando contábamos con el Mercadillo Solidario que teníamos en un local de la Calle Mayor, donde nos resultaba más fácil vender las participaciones de lotería», abunda Velasco.

La imaginación al poder

La imaginación vuela alto cuando se trata de recaudar fondos para facilitar el día a día a las personas que tienen algún tipo de discapacidad. En Asdopa, desde hace cinco años, a la venta de lotería se unió la de unos calendarios muy especiales en los que los protagonistas son los chicos de la asociación. La temática elegida este año fue el encuentro de los niños y jóvenes, así como de sus familias, en torno a la práctica de diferentes juegos populares. «Nos reunimos una mañana de domingo en la bolera de los Jardinillos, por lo que, además de sacar fondos, disfrutamos de una mañana diferente y divertida», indica Valle Laso. Este año, al igual que el anterior, han editado 1.350 calendarios que venden a un precio de cinco euros. «En estos cinco años no nos hemos atrevido a subir el precio dadas las circunstancias que están viviendo muchas personas, así que, hasta que no salgamos de esta, no lo aumentaremos», asegura la presidenta de Asdopa, quien indica que los más de 5.000 euros que esperan recaudar son muy importantes para el desarrollo de todos los programas de rehabilitación y capacitación de las personas con Síndrome de Down que desarrollan.

Valle Laso asegura que esta financiación extra sirve, además, para compensar el descenso de aportaciones de las entidades financieras. «Las administraciones mantienen sus ayudas, pero las que recibíamos de los bancos y cajas se han reducido mucho, o incluso han desaparecido, porque entre que unas se han fusionado y otras han desaparecido, no nos dan nada», incide.

Un rastrillo variado

La Asociación Autismo Palencia ha dado este año un paso más en la búsqueda de financiación con la organización de un rastrillo solidario que se celebró el pasado martes. «Las madres de los niños con autismo se juntan a ratos por las tardes para hacer artículos de bisutería, como collares y pulseras, que pusimos a la venta. También vendimos tarjetas de Navidad que hacen los niños y productos artesanales que nos donaron familiares y amigos», explica Rebeca Llorente, satisfecha con la respuesta de los palentinos.

El Comedor Social Siempre Contentos es otra de las entidades que aprovecha la Navidad para conseguir fondos con los que hacer frente a los gastos de luz y gas, que ahogan a la Asociación Benéfica Virgen de la Soledad, gestora de las instalaciones. Pepe Calderón, presidente de la asociación, se muestra contento con la ayuda que han recibido este año desde diferentes frentes para seguir dando unas 150 comidas diarias. Por un lado, los vecinos de Acera de la Vega, junta vecinal perteneciente al municipio de Villota del Páramo, les han donado por segundo año consecutivo abetos para vender en la Plaza Mayor y obtener ingresos. Sin embargo, las ventas no han sido tan positivas como esperaban. «Han ido peor que otros años, y eso que estuvimos más días que los previstos en un principio, ya que pensamos estar solo durante el puente de la Inmaculada, pero al final estuvimos toda la semana», señala Pepe Calderón un tanto apesadumbrado, quien agradece la colaboración de los vecinos de Acera de la Vega, que también donaron al comedor social 650 euros recaudados en las fiestas patronales.

Además de la venta de abetos, un grupo de la Escuela Municipal de Teatro de Villamuriel puso en escena la obra Diez negritos en el teatro Principal a beneficio del Comedor Social y la Escuela de Danza Smile también organizó un espectáculo musical para obtener fondos.

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