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Gaspar Martínez, director de la Casa de Juventud Alese, en su despacho El Norte
Gaspar Martínez «Nuestra idea es favorecer y crear un espacio educativo y constructivo»

Gaspar Martínez «Nuestra idea es favorecer y crear un espacio educativo y constructivo»

El responsable del centro juvenil del barrio vallisoletano de Pajarillos destaca el espíritu «de familiaridad y cercanía» con el que trabajan y «el buen hacer» del voluntariado

Alicia Pérez

Zamora

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Miércoles, 23 de agosto 2017, 08:17

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Gaspar Martínez es el director de la Casa de Juventud Aleste, una entidad sin ánimo de lucro que trabaja desde los años 70 con niños y jóvenes en el barrio de Pajarillos de Valladolid. El trabajo de la entidad sin ánimo de lucro comenzó en Pajarillos cuando los salesianos se asentaron en el barrio y decidieron poner en marcha una obra de enseñanza no formal y de tiempo libre. Vinculado desde hace más de 20 años a los centros juveniles salesianos que pertenecen a la Federación Don Bosco de Castilla y León, Gaspar Martínez es director del centro desde septiembre de 2016.

-¿Quiénes son los principales usuarios de las actividades y programas?

-Se trabaja con niños desde los 4 o 5 años hasta los 18. También hay jóvenes que continúan después como voluntarios o que están trabajando como profesionales y que han salido del propio centro. La Casa de Juventud Aleste es un conglomerado de entidades de tiempo libre, con dos clubes deportivos, Aleste y Don Bosco; dos asociaciones juveniles, que son la Asociación Arco Iris y la sección juvenil de la Casa de Juventud, y una asociación cultural de adultos, El Candil, en la que están asociadas muchas de las familias o de los padres de los niños que vienen.

-¿Qué actividades ofrecen a los niños y a los jóvenes?

-Durante el curso escolar, hay actividades en el marco de la tarde y del tiempo libre. También programas de intervención socioeducativa como apoyo escolar y compensación educativa, y actividades del deporte federado y de las escuelas deportivas. Además, se hacen talleres de tiempo libre, desde guitarra y manualidades a ludoteca. Esta semana hemos comenzado el campamento urbano de verano, en el que participan casi 150 niños de edades comprendidas entre los 6 y los 12 años.

-¿Cuál es la finalidad de estas actividades?

-Nuestra idea es favorecer y crear un espacio educativo y constructivo a nivel personal para el niño y para el joven, para que en lugar de estar pasando el tiempo aburriéndose o acercándose a hábitos no saludables, que sea todo lo contrario y que vaya en línea de construcción de la persona, de educación y de formación desde la voluntariedad y desde el tiempo libre.

-¿Con qué espíritu trabaja la Casa de Juventud?

-Con el espíritu salesiano y la filosofía de Don Bosco, que cree profundamente en que todo niño o joven lleva dentro los resortes necesarios para desarrollar su vida, simplemente hay que acompañarlo y hacer que esos resortes salgan a la luz. El espíritu de Don Bosco es de mucha familiaridad y cercanía, de hacer que el niño o el joven se sienta a gusto y se sienta bien. El objetivo es dar el máximo de participación y protagonismo a los jóvenes en un ambiente de acogida, de relaciones cordiales, de espíritu creativo y comprometido con nuestro entorno. También realizar una intervención socioeducativa favoreciendo el asociacionismo, la convivencia, la tolerancia y los valores democráticos. Prestamos especial atención a niños y jóvenes en situación de riesgo de marginación o de exclusión, por lo que trabajamos en red con los Centros de Acción Social del Ayuntamiento.

-¿Qué necesidades tienen o qué demandaría?

-La verdad es que estamos bastante bien tratados; pero siempre tenemos que demandar un poco de reconocimiento y decir que estamos aquí y que la sociedad intenta resolver muchas cosas también desde la vía del voluntariado y desde el buen hacer de un montón de gente que, en su tiempo libre, hace que los niños puedan estar en ambientes educativos saludables y divertidos. Si hablamos de pobrezas infantiles, es muy importante si el niño tiene para comer o no tiene para ello; pero tan importante como la comida para el niño es el juego y el que tenga un ambiente donde pueda desarrollar su vida adecuadamente como persona.

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