Castilla y León

El día de la marmota preelectoral vuelve al Pleno de las Cortes

Porque «PP y PSOE» votan lo mismo en Europa, recuerda constantemente Vox. «Son lo mismo», insiste Santiago Abascal en cada mitin, como el que el 29 de mayo dará en Valladolid.

La respuesta de Mañueco fue la esperada, pero con un matiz añadido. Esta vez le dio la vuelta al argumentario de Ferraz para usarlo como arma propia. «De los dueños de los bulos y el fango no se puede esperar otra cosa que bulos y fango», espetó el presidente de la Junta de Castilla y León. El fango bumerán. «Hechos: es un documento de tres relatores. A ustedes les gustan mucho los relatores en actos de ERC, los relatores salvadoreños que van a Ginebra a entrevistarse con Puigdemont. Hasta la ONU ha dicho que no forman parte de su organización y que no expresan su opinión», corrigió Mañueco. Y sí, claro, metió por medio a Puigdemont porque el PP celebra este domingo, día 26, una manifestación en Madrid contra la amnistía. Una cita que queda extemporánea a medias, porque las elecciones en Cataluña ya se han celebrado, pero que quiere motivar a los suyos, ya en plena campaña de las elecciones europeas, para que se mantenga la inercia demoscópica que -CIS de Tezanos aparte- da como ganador al PP el 9 de junio.

Y por si salía Milei a pasear por el hemiciclo de Castilla y León, Mañueco enfatizó que el peor «ataque a España es el procés de sus socios, la quema de banderas de España de sus amiguitos, los atentados terroristas que siguen aplaudiendo Bildu y la ley de amnistía que retuerce la Constitución española».

Ya está todo el argumentario.

Así que en el bando socialista tenía que ocurrir lo mismo. Patricia Gómez Urbán iba a preguntar por el protocolo antiaborto, ese protocolo paradójicamente nonato que Juan García-Gallardo (Vox) asegura que se activará en algún momento. Pero antes exhibió una noticia de El País sobre Begoña Gómez: «La Guardia Civil no aprecia indicios de delito en la actuación de la mujer del presidente». Y defendió: «Ha sufrido una campaña de acoso machista por parte de la derecha y de la ultraderecha». Luego preguntó por qué en Castilla y León, con 216 ginecólogos y 40 declarados como no objetores, es imposible en algunas provincias abortar en hospitales públicos y hay que irse a Madrid o a la sanidad privada. A lo que Alejandro Vázquez, consejero de Sanidad (PP), replicó que ni hay protocolo ni lo habrá y que en la comunidad que gobierna el PSOE y que tampoco se puede abortar, ¿qué?

En ese nivel dialéctico se mueve el debate en la campaña perenne de 2024: Galicia, País Vasco, Cataluña, Europa. Seis meses de no parar. Rosa Rubio (PSOE) vuelve a defender al Gobierno por su envío masivo de fondos europeos y cuestiona la gestión de la Junta. Carriedo dice que todo perfecto, que Castilla y León es la tercera que mejor los ha gestionado, y también saca a colación una página de El País. «Ese bulo que usted dice que es un bulo lo publicó El País, ahora es un pseudomedio para ustedes». Laura Pelegrina (PSOE) le dice a la consejera María González (PP) que tiene «una obsesión enfermiza con el Gobierno, con Sánchez y con el ministro Puente». Y le reconviene: «Llevan un mes callados después de que sus eurodiputados hayan votado en contra del Corredor Atlántico. Se acercan las elecciones europeas y ustedes votan y gobiernan con quienes amenazan nuestra democracia». Y la consejera entra en combustión con una respuesta airada, que se sobrepone a los murmullos de la bancada socialista a base de elevar el tono. «¿Sabe qué pasó en el Parlamento Europeo? El Partido Popular Europeo llevaba enmiendas como adelantar la inclusión de la Ruta de la Plata de 2050 a 2040 y el Gobierno de España, presidiendo el Consejo, votó en contra».

Ángel Ceña, procurador de Soria ¡Ya!, como Pedro Pascual, de Por Ávila, o Luis Mariano Santos, de UPL, se toman estas sesiones de otro modo. «Lamento hacerle una pregunta», interpeló Ceña a Mañueco con sorna, «para bajarle de la nube en que viven PP y PSOE en esta confrontación absurda».