Los consumidores de Castilla y León esperan un verano mejor que la primavera

El valor del Indicador de Confianza del Consumidor de Castilla y León se sitúa en 87,9 en el segundo trimestre del año, 15,7 puntos por encima del trimestre anterior y 25,9 puntos por encima de su valor en el mismo trimestre del año 2022. Este índice, elaborado por la Dirección General de Estadística, valora la situación actual de la economía de la comunidad, de los hogares y del empleo respecto a la situación que existía hace seis meses y respecto a sus expectativas para los próximos seis meses. Oscila entre 0 y 200 y por encima de 100 indica una percepción favorable/optimista; mientras que por debajo, es negativa/pesimista.

Solo uno de los subíndices entra en el terreno del optimismo: consultados por las expectativas económicas de su hogar para el trimestre entrante, los consultados han pasado de los 79,3 puntos que otorgaron en la primavera de 2022, a los 90,9 puntos del primer trimestre de 2023, para alcanzar los 102,2 puntos en el indicador conocido hoy.

El comportamiento del Indicador de Situación Actual es mejor con respecto al del mismo trimestre de 2022 por la percepción más favorable de sus tres componentes: la situación económica de la región (que mejora 34,9 puntos), la situación económica del hogar (23,2 puntos más) y del empleo (19,5).

Además, todos los componentes del Indicador de Expectativas muestran una evolución positiva frente al trimestre anterior: la situación económica de la comunidad mejora 17,1 puntos, la del hogar se incrementa 11,3 puntos y la del empleo sube 10,2 puntos.

Los varones se muestran menos pesimistas que las mujeres en el segundo trimestre de 2023 y mientras ellos otorgan al índice un valor de 95,1, ellas lo puntúan con 81. En relación con el primer trimestre de 2023, el ICC evoluciona positivamente en el caso de los hombres (18,6 puntos) y en el de las mujeres (13 puntos). Los consumidores de Castilla y León de todos los grupos de edad otorgan puntuaciones por debajo de 100 excepto el de 16 a 29 años, que sí se dicen optimistas (103,8 puntos) sobre el periodo actual y más (107,8) sobre el entrante. Los más pesimistas sobre la situación actual están entre 45 y 65 años; y manifiestan las peores expectativas los de 30 a 44 años.

El indicador evoluciona de manera positiva en los municipios de todos los tamaños, con un aumento mayor en los entornos urbanos de más de 20.000 habitantes (22,8 puntos), frente a los rurales (7,6) y los municipios de entre 5.000 y 20.000 habitantes (9,8).

Los consumidores de Castilla y León creen que los incrementos de precios seguirán produciéndose en el futuro, si bien las expectativas de inflación han disminuido tanto respecto al segundo trimestre del año pasado (19,4 puntos menos), como al trimestre anterior (6,6 puntos). También consideran que los tipos de interés serán mayores dentro de un año, aunque lo creen en menor medida que en el trimestre precedente (10 puntos menos).

En cuanto a las posibilidades de ahorro el próximo año, los consumidores creen que serán inferiores, pero la valoración de este indicador evoluciona de forma positiva respecto al trimestre previo (11,2 puntos). Y respecto a las posibilidades de compra de bienes de consumo duradero, los castellanos y leoneses opinan que disminuirán dentro de un año, si bien con mejora respecto al primer trimestre (5,5 puntos).