A Castilla y León no le salen las cuentas: faltan 34.285 dosis de vacunas
Francisco Igea asegura que están «en peligro las segunda dosis» y acusa al Gobierno de cambiar de criterio, lo que Javier Izquierdo niega «con los datos en la mano»
Son apenas décimas de porcentaje, pero trasladadas a dosis de vacunas suponen un problema logístico. La Junta de Castilla y León, con su vicepresidente Francisco ... Igea, colocó los números en una tabla por semanas y quincenas. Y mostró cómo en la primera quincena de abril recibió 243.660 dosis y en la segunda, 372.920. En mayo, en tanto, fueron 264.800 en la primera remesa quincenal y 223.570 en la segunda. O lo que es igual, que en mayo, lejos de acelerarse la recepción de vacunas, se ralentizó. De 616.589 a 488.370. Como la gran parte de estas vacunas eran de dos dosis, eso crea lo que Igea llama «un problema matemático» y, por ende, logístico. «Si tienes que duplicar a 372.000 personas y tienes 223.000 dosis es que no vas a duplicar. Es un problema matemático. O frenas las primeras inyecciones, para asegurarse la segunda dosis…».
En definitiva, que «las segundas dosis peligran», a juicio de Igea.
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Y esto es porque el criterio de vacunación ha variado, según el vicepresidente, y empieza a primar la población total en lugar de la «población mayor de 60 años», que debería ser la prioritaria porque es la que concentra la mayor parte de casos graves y la que padece más elevada mortalidad por covid-19. «Tenemos el 6,49% de la población mayor de 60 años y hemos recibido el 6,32% de las vacunas», reclamaba con los datos del Ministerio de Sanidad en la mano. Y aseguró que las justificaciones a este respecto del delegado del Gobierno, Javier Izquierdo (PSOE) le dan aire a que se varíe ese criterio. «Hace alusión a que somos el 5% de la población y a algo que hace que el cambio de criterio afecte negativamente a evolución de la campaña de vacunación. Porque no vacunamos por número de habitantes, sino por población de riesgo», recordó.
Pero para Javier Izquierdo no hay caso.
Y también con los datos en la mano, solo que colocados de otra forma. En este caso, por totales, lo que no refleja cuándo se recibió cada envío, algo que sí tiene relevancia porque las segundas dosis tienen un periodo de aplicación determinado para garantizar su mayor eficacia.
Según los datos del Ministerio, ocho comunidades han recibido menos vacunas de las que les habrían correspondido por ese criterio de «población mayor de 60 años». Son Castilla y León (PP-Cs), Aragón (PSOE), Asturias (PSOE), Cantabria (Partido regionalista de Cantabria), Comunidad Valenciana (PSOE-Compromís-Unidas Podemos), Galicia (PP), La Rioja (PSOE) y País Vasco (PNV). En total, deberían haber recibido 447.309 dosis más. En ese listado, Castilla y León es la quinta más perjudicada en cuanto a la diferencia entre el porcentaje de población mayor de 60 años y las vacunas recibidas: un -0,15%. En la práctica, eso se traduce en que le han llegado 34.285 dosis menos de las que le tocaban.
«El Gobierno aporta a Castilla y León más vacunas de las que nos corresponden por población gracias a que la estrategia nacional de vacunación contempla que donde hay más población mayor, como es Castilla y León, se reciban más vacunas. No entiendo la polémica desde el punto de vista de los datos», quiso zanjar Javier Izquierdo con un audio remitido a la prensa. Aprovechó, no obstante, para explicar que entiende la polémica «desde la posición habitual del presidente de la Junta, en la que parece que le molesta que el delegado del Gobierno informe a la ciudadanía de cuáles son los datos de las vacunas que envía el Ministerio cada día a nuestra comunidad autónoma. Quizá esté más en la línea de callar al delegado del Gobierno, cosa que no va a ocurrir, o en la línea de seguir con las fijaciones que este señor manifiesta continuamente. Otras veces se han dirigido a otros políticos socialistas, como el alcalde de Valladolid o el líder de la oposición, pero que esté tranquilo que sus fijaciones no están en la agenda de trabajo del delegado del Gobierno en Castilla y León».
Una de las grandes dificultades a la hora de coordinar la campaña de vacunación es cuántas vacunas llegan y, especialmente, de qué tipo y con qué cadencia. En los números absolutos, lo cierto es que las tres comunidades que han recibido por encima de lo que les correspondería por el criterio de «población mayor de 60 años» han sido Andalucía (un 0,30% más), Madrid (0,27%) y Murcia (0,26%), tres territorios políticamente antagonistas del Gobierno central. Las más perjudicadas son Galicia, que ha obtenido un 0,45% de menos respecto a su población de más edad, y la Comunidad Valenciana, con un -0,58%.
El modo en que cada comunidad ha organizado la vacunación hace que algunos territorios anuncien ya turnos para los ciudadanos de entre 40 y 50 años. «Sabemos que hay comunidades que vacunan a otras edades. Me preocupa que rompamos el principio de igualdad, porque no vacunamos castellanos y manchegos, gallegos, castellanos y leoneses… Sino españoles de 60, 70… Y no puede haber comunidades que anuncien vacunaciones de 40-50 cuando no se ha acabado la de 50-60, porque además resulta que la mortalidad está relacionada directamente con la edad. Y cuando haces esto estás desprotegiendo a gente en mayor riesgo. De esto se trata», se quejó Igea, cuyo propósito, en este caso, sería priorizar la entrega de vacunas a quienes aún estén lejos de completar las pautas de inmunización en los grupos de más edad. Castilla y León tiene finiquitado el tramo de mayores de 80 años, es la segunda comunidad en mayores de 70 (un 96,3%), la tercera en mayores de 60 (un 18,8%, exceptuando Melilla) y la octava en mayores de 50 (un 9,5%).
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