Castilla y León empezó 2020 con el 0,27% menos de población: 6.503 personas de pérdida
El número de residentes en la comunidad asciende a 2.401.230
Castilla y León empezó 2020 con una población de 2.401.230 habitantes, el 0,27% menos que al inicio de 2019 (2.407.733), por lo que la pérdida demográfica absoluta fue de 6.503 ciudadanos, según los datos definitivos que ha ofrecido este lunes el Instituto Nacional de Estadística.
Estos datos siguen la línea marcada en recientes fechas por los datos del Padrón Continuo, que cifró en 2.393.285 en número de empadronados -6.263 menos que un año antes-, lo que supuso la mayor caída del conjunto en dato absoluto, con un descenso del 0,3%.
En este resultado conocido este lunes influyen un saldo vegetativo (diferencia entre el número de nacimientos y defunciones) de -14.299 personas, lo que significa que en Castilla y León murieron más personas de las que nacieron en 2019, además de contar con una llegada de migrantes del extranjero que no alcanzó para compensar esa pérdida al quedarse únicamente el saldo positivo en las 10.835 y verse perjudicada por un saldo migratorio entre comunidades de -2.945.
Este último registro implica que hubo más personas que se fueron a otras autonomías de las que llegaron a Castilla y León procedentes de otros territorios de España, con esa diferencia de esas casi 3.000 personas.
Durante 2019 la población creció en 14 comunidades autónomas y se redujo en las tres restantes, con Castilla y León situada en el tercer peor lugar, sólo superada por Asturias y Extremadura, ambas con un descenso relativo en su población del 0,34%.
Por contra, los mayores incrementos en términos relativos se dieron en Illes Balears (1,90%), Comunidad de Madrid (1,59%) y Canarias (1,38%), mientras que el incremento medio a nivel nacional fue del 0,84%.
En cuanto al saldo vegetativo, en términos absolutos, Castilla y León presenta el segundo peor dato, sólo superada por Galicia con 15.631 personas que murieron más respecto a las que nacieron; mientras que por esta vía las comunidades autónomas con mayores saldos positivos se encuentran Madrid, con 8.400 nacimientos más que defunciones; Murcia (2.781) y Baleares (1.654).
En el caso de los saldos migratorios, respecto a países extranjeros, Castilla y León presenta el sexto peor dato absoluto, con 10.835 personas más que llegaron respecto a las que se fueron, sólo mejor que Navarra (6.347), Asturias (4.673), Cantabria (2.941), Extremadura (2.529) y La Rioja (2.499), además de los casos de las ciudades autónomas de Melilla (713) y Ceuta (115).
Es en el saldo migratorio con el resto de autonomías en el que Castilla y León presenta el peor de los registros entre territorios, con otras seis autonomías y las dos ciudades autónomas con saldos negativos también, pero en menor cuantía que esta comunidad.
Con saldos positivos figuran Madrid, con 4.442 migrantes llegados más de los que se fueron, Comunidad Valenciana (3.363), Baleares (1.837) y Aragón (1.619).