El calendario negociador tensa aún más las posturas sobre los presupuestos en Castilla y León
Mañueco invita a los grupos a dialogar el día 14, aún con comparecencias de consejeros, y el 17, cuando concluye el plazo de presentación de las enmiendas a la totalidad
El calendario ya iba apretado de por sí, pero a la propia tramitación de los presupuestos se suma ahora la pretensión negociadora de la Junta ... de Castilla y León con los grupos parlamentarios. El Ejecutivo ha propuesto celebrar las reuniones los días 14 y 17 de noviembre. Es decir, el día que aún continúan las comparecencias de los consejeros ante la Comisión de Hacienda y el día en que termina el plazo de presentación de enmiendas a la totalidad. Y eso ha añadido tensión a un debate que puede terminar antes de lo previsto. Si el día 20 se votan las enmiendas a la totalidad y reciben el respaldo del hemiciclo, se acabó lo que se daba. Porque entonces sí que pergeñar unas nuevas cuentas se vuelve misión imposible, dado que hay que disolver las Cortes el 19 de enero para convocar las elecciones.
Con este contexto, las cuentas autonómicas penden de un hilo. De un hilo muy fino. Vox no ha anunciado si presentará una enmienda a la totalidad, pero el PSOE sí. También Unidas Podemos. Este tipo de enmiendas, dice el articulado del reglamento de las Cortes, se someten a votación y, si prosperan, suponen que el proyecto de ley de presupuestos se devuelva a la Junta de Castilla y León. Es de suponer que, de no fructificar la negociación que pedía el socialista Carlos Martínez, el PSOE votaría a favor de esa enmienda a la totalidad que presentaría. También Pablo Fernández (Unidas Podemos). Si el PP no logra más adhesiones que las de los dos no adscritos, Javier Teira y Ana Rosa Hernando (sumarían 33), faltarían apenas cinco votos para tumbar los presupuestos. Si Vox se une contra los presupuestos con sus 11 votos, se acabó. Y si se abstiene, UPL y Soria ¡Ya!, con tres escaños cada uno, serían decisivos.
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Todos estos cálculos tienen que ver con la negociación entre la Junta y los grupos parlamentarios. Una negociación que se ha dejado para después de las comparecencias en las que los consejeros explican las cuentas de sus departamentos. Vox ya anunció que esperaría a ver las comparecencias para decidir si presentan o no su propia enmienda a la totalidad. Y esa posibilidad ha crecido hoy cuando David Hierro, portavoz parlamentario, ha dejado clara su opinión respecto al proceso «negociador» que ha propuesto la Junta. «Hace una semana dijimos que esperaríamos a escuchar las comparecencias de los consejeros antes de tomar una decisión sobre nuestra posición respecto a la enmienda a la totalidad. La Junta no nos deja escuchar a esos consejeros, porque ha convocado a los grupos parlamentarios para el 14 y el 17 y el 14 todavía hay comparecencias de consejeros en las Cortes y el 17 acaba el plazo para presentar las enmiendas a la totalidad», explicó.
Para Vox, esto responde únicamente a una táctica política de la Junta que busca complicar la aprobación de las cuentas para, después, culpar a sus rivales políticos de haber impedido que salgan adelante las ayudas a los autónomos o las subvenciones para cambiar bañeras por platos de ducha.
«Es una farsa. Por la mañana llama banda criminal al PSOE, diciendo que es la banda de Cerdán, y por la tarde les ofrece pactos de presupuestos, grandes acuerdos de comunidad… Que sepa que tiene dos opciones. O pactar con esa banda criminal o con el partido que sienta a los criminales en el banquillo de los acusados», volvió a atacar Hierro, que aprovecha las llamadas a la negociación que se han lanzado Carlos Martínez (PSOE) y Alfonso Fernández Mañueco (PP) para hablar otra vez de la presunta pinza PP-PSOE.
Los de Santiago Abascal tienen claro que las cuentas, tal y como están, no les gustan. Lo mostraron en el debate del techo de gasto, en el que su portavoz adjunto, Carlos Menéndez, anticipó el mismo análisis que este miércoles hacía David Hierro. «Estos presupuestos cuadran con seguir manteniendo a los sindicatos; el efecto llamada, con subvenciones a oenegés que facilitan ese efecto llamada; favoreciendo la agenda 2030; una cooperación internacional desmesurada». Y a esa mesa negociadora, si finalmente se produce el encuentro, Vox va a volver a llevar las mismas exigencias que Alfonso Fernández Mañueco arrugó en el atril de las Cortes meses atrás. «Le vamos a llevar el gurruño a Mañueco. Para que lo planche, lo desarrugue y entonces veremos si es capaz de poder llegar a un acuerdo con el partido que está sentando al PSOE en los banquillos o si prefiere llegar a un acuerdo con la banda criminal de Cerdán, como les llamó en el último Pleno».
Carlos Fernández Carriedo, que será el encargado de llevar las conversaciones, insistió en que la Junta ha tendido «la mano a todos los partidos políticos para poder dialogar, para poder hablar, para intentar aprobar este presupuesto». Y sobre las fechas elegidas explicó que «algunos prefieren negociar antes de las comparecencias de los consejeros la próxima semana, otros después; unos rechazan hablar si se dialoga con el rival, y viceversa». Y consciente de que Vox va a llevar a la mesa negociadora cuestiones que exceden lo meramente presupuestario, aclaró sin referirse expresamente al partido de Santiago Abascal que hay quien quiere »hablar de cosas distintas del presupuesto«. »Nosotros invitamos a todos los partidos políticos a hacer el esfuerzo de intentar llegar a posiciones de encuentro, a posiciones de diálogo«, concluyó, señala Ical.
Si el día 17 se registran enmiendas a la totalidad de PSOE y Vox, se puede dar por hecho que la tramitación de las cuentas autonómicas para 2026 está finiquitada. Si no es así, habrá un resquicio para que puedan seguir el trámite de enmiendas parciales y su votación definitiva a finales de diciembre. Pero las fechas para las reuniones entre los grupos no parecen las más adecuadas para relajar el ambiente previo.
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