«Un proyecto de gobierno no se improvisa; nosotros tenemos medio camino hecho»

Su antagonista («no el enemigo; el enemigo es el PP») en la carrera para gobernar el PSOE en Castilla y León dice de Julio Villarrubia que si se ha presentado a las primarias «es que considera que es lo mejor para el PSOE». Pero lo que también dice Luis Tudanca, en un vistazo a su cuenta de Twitter, es que a él «nadie le va a distraer de su objetivo: unir el partido y hacer propuestas para construir, con una campaña limpia».

Julio Villarrubia, en el mismo tono zen de su adversario, elogia al joven diputado burgalés por dar el paso al frente en un momento que se presenta más que difícil para los socialistas, con el examen de las elecciones municipales y autonómicas llamando a la puerta y ellos todavía con los deberes sin hacer en casa. También está de acuerdo Villarrubia con su contrincante, que no enemigo, en eso de la campaña limpia y en lo de la unidad. Solo que, después del 4 de octubre, el tiempo volará hacia las urnas y hay que pertrecharse para medirse con el PP y de paso intentar parar el golpe de Podemos que viene por la izquierda. Ahí, con la mirada en el día después de las primarias, saca pecho el experimentado político palentino: «Nosotros tenemos medio camino hecho, con las 600 propuestas recogidas de los militantes y la sociedad. Una verdadera hoja de ruta, el armazón de nuestro programa electoral». Porque, apostilla el que ha sido hasta el 30 de mayo secretario autonómico del PSOE, «un proyecto para Castilla y León no se improvisa solo en unos días».

La sensación es de ilusión y también de emoción, porque junto al calor físico tremendo (risas) hubo un socialismo afectivo que se percibía sin forzar. No hubo una convocatoria para la presentación, puesto que ya hubo una reunión el pasado lunes, así que se pidió que no se hicieran esfuerzos, pero vino mucha gente, en la que percibí ilusion, esperanza, ganas. Me sentí cómodo, a gusto. Como casi siempre que estoy en mi casa, porque el Partido Socialista es micasa.

Pues la presentación de la plataforma en favor del proyecto que represento en la sede del PSOE de Valladolid. Pero, como oficialmente todavía no ha empezado la recogida de avales y la presentación formal de los candidatos, que es el próximo lunes 8, no voy a comparecer en actos de otro tipo por respetar los procedimientos y los tiempos. Hay que cuidar las formas y no poner en aprietos a la comisión gestora. Pero tenemos programados muchísimos actos para los próximos días y de organizarlos se encarga un equipo de personas extraordinario.

No lo sé, porque no estamos recogiendo avales todavía. Pero muchísima gente me ha animado en las provincias a seguir luchando por este proyecto político y por lo que sé, creo que vamos a tener los avales necesarios.

El bucle

La democracia es así. Nuestro secretario federal, Pedro Sánchez, ganó con un 49% de los votos y todos estamos con él, así es como es nuestra lealtad como socialistas. No, no puede haber ese temor porque, a partir del día 5, la candidatura que gane debe respetar e intergrar y ponerse al 100% a disposición de la candidatura ganadora. El que sea elegido por la militancia, aunque gane por un voto, tiene el respaldo y la lealtad del 100%. De verdad, estoy recibiendo mucho apoyo, afecto ánimo de muchos militantes, y eso anima mucho. Y yo voy a garantizar una campaña absolutamente limpia, respetuosa, aunque políticamente sea contundente, pero siempre con respeto y dentro de casa. La lealtad es un valor inherente al PSOE

No, pero no fue cosa de la militancia, sino de un pequeño grupo. Pero eso pertenece al pasado. Ahora solo quiero mirar hacia el futuro y no guardo rencor a ningún compañero

Sin duda. Voy a buscar un partido sólido, fuerte y unido para ponerlo al servicio de la sociedad de manera urgente. Para ello tenemos hecha buena parte del trabajo, las propuestas que son la hoja de ruta del cambio en Castilla y León, que aceleraremos a partir de este mes con el concurso de los militantes. Nosotros no partimos de cero. Castilla y León es una comunidad muy compleja como para improvisar un proyecto. El primer reto es conseguir la fortaleza de verdad y buscar la credibilidad de la gente, que solo se consigue con el ejemplo y el comportamiento. Vamos a cumplir con lo que le digamos a la gente y combatir al Partido Popular, que es nuestro único adversario, que lleva demasiados años gobernando la comunidad y es necesario un cambio urgente. Así estaremos en condiciones de pedir esa confianza a los ciudadanos, después de muchos años, para conseguir el objetivo de que haya un gobierno de, por y para la gente, sin ninguna hipoteca.

Lo que decida la militancia, y esa es la soberanía que hay que defender, en este y todos los procesos, y en todas las decisiones de la vida orgánica del partido. Eso será así si la soberanía de la militancia otorga a nuestro equipo la confianza. Una participación que haremos extensiva al conjunto de alcaldes y concejales de la comunidad, militen o no en el partido. Que voten, que para eso están dando la cara por el PSOE en los pueblos.

¡Eso sería decir mucho! Pero añado: no solo estaremos en condiciones de contar con Luis Tudanca, sino con más compañeros, con independencia de la opción libre y voluntaria por la que hayan apostado, porque todas las manos son necesarias para recuperar el partido y este reto del gobierno de Castilla y León para los ciudadanos.

En el horizonte del ya, porque hay mucho trabajo ya realizado con las nuevas propuestas de alternativa de gobierno elaboradas por el partido con toda la sociedad. Intensificaremos el trabajo, porque es verdad que hemos perdido un tiempo precioso y lo vamos a recuperar colectivamente, intensificando los contactos con la gente.

No lo tengo que reabrir porque ya está abierto, aunque yo seguiré toda mi vida defendiendo este proyecto político. Me apasiona la profesión que tengo de abogado y el servicio público que intento ejercer como instrumento de cambio en la vida política, pero no tendría ni tengo ningún problema en volver a ejercer. O, si no tuviera ningún cliente, incorporarme a mi trabajo como funcionario. Si no me quiere la militancia lo asumiré. Ayudaría y no pondría obstáculos, por supuesto. Pero seguiré siendo un militante apasionado, esté donde esté.