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El alcalde de Burgos, Javier Lacalle. Ricardo Ordoñez
Lacalle pide a la Subdelegación mayor «coordinación» para atajar el botellón

Lacalle pide a la Subdelegación mayor «coordinación» para atajar el botellón

La Asociación de Vecinos del Casco Histórico Alto de Burgos se concentrará el miércoles para exigir nuevas medidas tras la agresión sufrida el viernes por un vecino

Gabriel de la Iglesia

Lunes, 4 de septiembre 2017, 18:19

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El alcalde de Burgos, Javier Lacalle, ha solicitado hoy públicamente a la Subdelegación del Gobierno mayores medidas de control y una mayor coordinación entre la Policía Nacional y la Policía Local para atajar el «problema» del botellón. La petición, que se transmitirá de manera «formal» en las próximas jornadas llega apenas unos días después de que un vecino de San Esteban fuera agredido por unos jóvenes a quienes instó a que bajaran el volumen de la música que escuchaban mientras practicaban botellón.

En este sentido, el primer edil burgalés ha calificado el suceso de «auténtica barbaridad» y ha deseado que las Fuerzas de Seguridad puedan localizar y detener a los «energúmenos» que la protagonizaron. Sin embargo, y a pesar de las críticas de los vecinos de la zona, que reclaman al Ayuntamiento mayores medidas de seguridad desde hace muchos meses, Lacalle ha insistido en que las competencias en materia de seguridad ciudadana son exclusivas de la Subdelegación del Gobierno a través de la Policía Nacional. «El Ayuntamiento debe seguir respaldando» dichas medidas a través de la Policía Local, «pero siguiendo las instrucciones y coordinación de quien tiene las competencias, que es la Policía Nacional», ha subrayado.

Por todo ello, Lacalle espera poder mantener conversaciones con la Subdelegación al respecto y articular un protocolo de actuación preventiva. Eso sí, a su juicio, no pueden ser actuaciones diseñadas «a salto de mata», sino que deben ser «constantes» y «permanentes» en el tiempo para poder ser efectivas. No en vano, «cuando se ha coordinado» la actuación de ambos cuerpos, «ha funcionado bien», ha destacado.

Mientras tanto, la Asociación de Vecinos del Casco Histórico Alto, que de un tiempo a esta parte han de convivir cada fin de semana con ruidos y demás molestias provocadas por la proliferación de reuniones de jóvenes para beber en la calle, han decidido volver a movilizarse para exigir más medidas. «Los culpables son los agresores y queremos que todo el peso de la ley caiga sobre ellos. Pero la impresión que tenemos es que las autoridades se han reído de nosotros», asegura el colectivo en un comunicado en el que anuncia la convocatoria de una concentración el próximo miércoles a partir de las 20:30 horas.

A este respecto, añaden, «este es un problema complejo y de difícil solución, pero la mejor forma de no resolverlo es ignorarlo y no dedicar ni la menor energía o partida presupuestaria al colectivo que lo sufre». A su juicio, el dispositivo temporal puesto en marcha meses atrás por la Policía Local, que incrementó su presencia en la zona de manera preventiva, dio resultados, pero se trataba de una medida «insuficiente» y de carácter «transitorio».

También desde el Grupo Municipal de Imagina Burgos han insistido hoy en la necesidad de incrementar la presencia policial en la zona al tiempo que se ponen en marcha nuevas políticas activas destinadas específicamente a ofrecer alternativas de ocio para los jóvenes, en cuyo diseño tengan voz los propios jóvenes.

Sea como fuere, el agredido, un varón de 35 años, continúa en el Hospital Universitario de Burgos (HUBU). Según relatan varios testigos, en torno a las 23 horas del pasado viernes bajó de su domicilio para instar a un grupo de jóvenes a que bajaran el volumen de la música. Lejos de aceptar tal petición, la situación derivó en una discusión que acabó con la agresión del vecino, que cayó al suelo y se produjo una fractura occipital, quedando semiinconsciente.

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