Un cazador amenaza con la escopeta cargada a un agente medioambiental en Burgos

Inmediatamente, según el comunicado de Apamcyl, el cazador se puso agresivo, amenazando al agente con una escopeta semiautomática del calibre 12. «¿Te crees que me vas a joder la vida?...», le espetó al agente.

Desde Apamcyl condenan rotundamente estos «deplorables hechos que vienen a agravar la terrible estadística de agresiones, amenazas y atentados que sufren estos funcionarios», y se suma a la sucedida el 15 de septiembre cuando un delincuente realizó dos disparos contra la casa de un Agente Medioambiental en la localidad de Valmala también en Burgos, que constituyen un posible delito de atentado contra un agente de la autoridad con el agravante de uso de arma de fuego, castigado con penas de hasta cuatro años de prisión.

Apamcyl reiteran las exigencias a la Consejería de Fomento y Medio Ambiente sobre la seguridad de los agentes medioambientales, que en los últimos años, desde que se ha ido paulatinamente retirando las armas y medios de defensa, y se ha establecido «un ineficaz protocolo de seguridad desde la Junta de Castilla y León, se están produciendo cada vez más hechos contra la integridad física de estos funcionarios, lo que demuestra que no solo no funciona el citado procedimiento, sino que se están incrementando las agresiones».

Dicha problemática, motivó la convocatoria por parte de Apamcyl de una concentración por parte de los Agentes Medioambientales a la puerta de la Consejería de Presidencia de la Junta el pasado viernes día 27, coincidiendo con una reunión de la Comisión de Riesgos Laborales, donde se exigía la retirada de dicho protocolo y la apertura urgente de una mesa técnica de seguridad para dicho colectivo con medias urgentes y proporcionadas a los riesgos a los que se enfrentan a diario los Agentes Medioambientales.

Apamcyl sigue denunciando que la Junta de Castilla y León no se está tomando en serio la seguridad de los agentes medioambientales, y de no poner remedio de forma contundente, será cuestión de tiempo tener que lamentar daños personales.