Doce detenidos en una operación en la que se intervinieron más de 15 kilos de hachís y otros estupefacientes

Doce detenidos en la provincia de Burgos en una operación conjunta de Policía Nacional y Guardia Civil. El Grupo de Estupefacientes de la Brigada Provincial de Policía Judicial y el EDOA de la Unidad Orgánica de Policía Judicial de la Guardia Civil han venido desarrollando durante los últimos meses la llamada 'Operación Renacimiento-Mouth', lo que ha permitido desarticular una organización criminal que se dedicaba a la introducción de hachís en España, trasladado a Burgos y, posteriormente, distribuido a pequeños traficantes.

En el marco de la investigación se han intervenido más de quince kilos de hachís, así como otros estupefacientes (cocaína y metanfetamina), aunque en pequeñas cantidades, y se ha detenido a doce personas, ocho de las cuales han ingresado en prisión provisional. Asimismo, han sido intervenidos cinco vehículos, dinero en efectivo, varios teléfonos móviles y un arma de fuego (pistola de 9 milímetros y su munición) que había sido sustraída en una galería de tiro en San Sebastián de los Reyes (Madrid).

Las investigaciones se iniciaron de forma independiente por ambos cuerpos policiales tras recibir información sobre un grupo de personas que se pudieran estar dedicando al tráfico de hachís tanto en Burgos capital como en la provincia. Al cruzarse ambas investigaciones por la coincidencia de algunos objetivos, se acordó a principios del mes de abril seguir de manera conjunta. Los investigadores realizaron una primera fase operativa con tres detenidos en Burgos cuando transportaban desde Almería cuatro kilos y medio de hachís ocultos en el doble fondo de un vehículo que iba acompañado por un coche lanzadera para alertar y evitar cualquier tipo de control policial.

A los detenidos se les intervino, además del estupefaciente, un arma de fuego semiautomática cargada con su munición, oculta en el vehículo pero de fácil acceso para usarla en caso de necesidad, lo que da idea de la peligrosidad de los individuos. Como resultado de la segunda fase investigadora, se detuvo a tres colaboradores, dos en la capital y otro en una localidad de La Bureba. En la última fase del operativo, se detuvo al jefe del clan y a otras cinco personas, tres de las cuales llevaban en el interior de sus cuerpos, en el momento de la detención, más de un kilo y medio de hachís cada uno, que tardaron tres días en expulsar completamente.

El grupo desarticulado, compuesto por ciudadanos de origen magrebí y español, disponía en una localidad de la comarca del Arlanza (Burgos) de una vivienda con la infraestructura necesaria para ocultar a los 'muleros' durante unos días hasta que expulsaran de su cuerpo las bellotas de hachís. Además, se realizaron varios registros en inmuebles controlados por el jefe del grupo en esta localidad, encontrándose otros cinco kilos de hachís.

La investigación, que ha sido dirigida por el Juzgado de Instrucción número 2 de Burgos, se ha visto dificultada por las extremadas medidas de seguridad que los detenidos tomaban en su vida cotidiana, así como por el uso de telefonía analógica y sistemas de comunicación tradicionales (SMS).

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