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María Orive
Lunes, 23 de mayo 2016, 16:49
La localidad burgalesa de Castrillo de Murcia celebrará desde el 25 de mayo y hasta el domingo 29 la Fiesta de El Colacho. Una fiesta declarada de Interés Turístico Regional que cada año acoge a miles de personas para asistir al «salto de bebés» más internacional de toda España. Una tradición que se remonta a 1621 y en la que El Colacho «quita el poder del maligno» a un centenar de recién nacidos, según informaron desde la organización en una nota de prensa.
A punto de cumplir los 400 años de historia, de forma ininterrumpida, la Fiesta de El Colacho aspira a ser declarada de Interés Turístico Nacional. La alcaldesa de Castrillo de Murcia, Marianela Manrique, espera que «más pronto que tarde» se tenga en cuenta que «El Colacho es una fiesta única en el mundo».
Hablar de El Colacho es hablar de una tradición religiosa que aúna las fuerzas del «bien» y del «mal», y en la que «la religión toma las calles del pueblo», porque no hay que olvidar «nuestro fervor al Santísimo Sacramento», señala Manrique. La Cofradía del Santísimo Sacramento, fundada en 1621, es la encargada de celebrar cada domingo del Corpus una serie de actos que comienzan los días previos. Es el momento en el que El Atabalero y El Colacho se echan a las calles de Castrillo en una lucha entre el diablo y Cristo.
Desde el jueves, los niños del pueblo y muchos vecinos intentan escapar del Colacho (diablo que intenta por todos los medios azotar con una cola de caballo a los vecinos para así intentar acabar con las celebraciones religiosas). El domingo del Corpus las celebraciones comienzan a las 8 horas de la mañana cuando el Colacho recorre las calles de Castrillo al son del tambor del Atabalero. Pero el momento más esperado tiene lugar por la tarde, a las 18 horas cuando da comienzo la procesión y el conocido 'Salto'. Desde primera hora de la tarde, las calles de Castrillo se llenan de colchones en los que después se tumbará a los bebés nacidos en el último año. Todos sortearán los saltos del Colacho «que purifica a los niños» para evitar «que padezcan hernias y enfermedades en el futuro».
En la edición 2016, la figura de Atabalero ha recaído en Roberto Martínez de Diego y la de Colacho en Adolfo Ortega Manrique. El desempeño de ambas funciones las llevan a cabo miembros de la cofradía (solo hombres) y que el cargo de Colacho y Atabalero solo puede tomarse una vez en la vida. «Si uno es Colacho ya no podrá ser Atabalero, y viceversa», recuerda la alcaldesa.
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