Medio Ambiente confirma la presencia del avispón asiático en la sierra de la Demanda

El Servicio Territorial de Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León en Burgos ha confirmado esta semana, a través de distintas prospecciones de campo, la presencia del avispón asiático en la Sierra de la Demanda, concretamente, en el barranco del río Urbión, en la localidad burgalesa de Garganchón, que estaba a unos 10 metros de altura. Hasta ahora, los hallazgos de este insecto se habían producido en el tercio norte del territorio burgalés, donde las condiciones de humedad y calor son más propicias para la temida vespa velutina. De hecho, este año, según informó Ángel Navas, apicultor y portavoz en la materia de la Unión de Campesinos de Castilla y León (UCCL), «han matado 20 nidos en el Valle de Mena, otro en Villarcayo, otro en Frías y otro en Trespaderne». 

Este avistamiento ahora en la comarca de la Demanda, a tan solo cincuenta kilómetros de la capital burgalesa, está relacionado con otros previos en áreas próximas al embalse riojano de Mansilla y evidencia la gran capacidad de adaptación de este insecto y su facilidad para invadir territorio. Esta especie invasora fue detectada en 2010 en Cataluña y País Vasco, desde donde se ha ido desplazando por toda la Cordillera Cantábrica hasta llegar también a Galicia y Asturias. Este insecto proviene de Asia y entró en Europa a finales de 2004, cuyo origen se achaca a un contenedor importado de China a través del puerto de Burdeos. Al parecer, se expande entre 60 y 100 kilómetros al año. «Tenemos mucho miedo», señaló el apicultor burgalés.

Obviamente, donde estas avispas llevan más tiempo, han causado más daños. Por ello, en Cataluña, concretamente, en Girona, han ideado un método que consiste en atraer las avispas con panales de miel, luego las cogen, las cortan las patas de atrás y se les rocía con un insecticida en polvo. Las sueltan y vuelven a su nido, donde esparcen el veneno entre el resto de avispas del avispero. «A nosotros nos parece muy complicado», explicó Navas, la aplicación de este método, porque «si echas mucho insecticida, matas a la avispa de camino al nido y, si echas poco, necesitas que lleguen muchas avispas porque tienen un control de puerta, y las huelen y no las dejan entrar», anotó el burgalés. En este sentido, el apicultor señaló que «la única solución es encontrar un veneno que no tenga olor».

Mientras tanto, en el País Vasco, mucho más afectado por el momento por este insecto, este verano «han sacado todas las colmenas de allí y las han llevado a la montaña», apuntó Navas, antes de añadir que «las que han dejado están todas muertas». Sin embargo, «aquí la miel se produce aquí», dijo el apicultor, por lo que «no podemos llevarlas a ningún otro lado.

Por ello, vuelven a reclamar a la Junta que tome cartas en el asunto. «La Administración no está haciendo su labor, quiere que solucionemos nosotros el problema, no tiene ningún programa», insistió Navas, que recalcó que «toda la responsabilidad nos la están dejando a nosotros». El apicultor del norte de la provincia afirmó que, cuando encuentran un nido, son «los bomberos voluntarios de los ayuntamientos los que se han preocupado» y «los está pagando la Diputación y los mismos ayuntamientos implicados. Por ejemplo, dijo, los de Miranda «sí que están preparados». Otras veces acuden a la llamada los miembros de Protección Civil, según explicó. Sin embargo, «el que realmente tiene el control de plagas es Medio Ambiente y, por lo tanto, son los que tienen la responsabilidad».

Desde el Servicio Territorial de la Junta, señalaron que, en abril de este año, se aprobó la Estrategia Nacional de Gestión, Control y Posible Erradicación del avispón asiático. En estos momentos, está pendiente su aplicación en la Comunidad, que se llevará a cabo dentro del marco que establece el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente.