Antonio Martín 'Pispajo' gana la Vuelta a los Pinares

«Ahora mismo en Máster 30 (la categoría ciclista para corredores veteranos) el nivel es muy alto. Por eso no se nota tanto la diferencia con los jóvenes en carreras como esta, en la que no hay muchos puertos duros», señalaba Antonio Martín 'Pispajo', que acaba de superar con extrema suficiencia al resto de corredores mucho más jóvenes que él casi todos en la Vuelta a los Pinares. El de San Rafael demostró este domingo estar sobrado fuerzas, pues lideró una escapada durante casi 40 kilómetros y volvió a atacar esta vez sí que fue la buena en la penúltima de las vueltas que la carrera dio al circuito de La Piedad.

El redúcido número de participantes apenas cuarenta se dieron cita hacía pensar que el pelotón no se movería a la espera de que los nervios explotaran más adelante, pero un corredor se atrevió a saltar al poco del inicio y estuvo cerca de treinta kilómetros escapado en solitario. Una vez neutralizado, los que se elevaron sobre su sillón fueron Pispajo y otro segoviano, Mario Arranz. Su aventura duró cuarenta kilómetros; hasta el Alto de Constanzana, aproximadamente.

Sin embargo, Pispajo estaba decidido a que la carrera fuera suya. Por ello, cuando circulaba formando parte de un grupo de unos doce corredores en la penúltima vuelta al circuito de La Piedad, volvió a intentarlo. Lo hizo con un ataque seco al que no fueron capaces de responder ninguno de sus rivales. Pasó por el último toque de campana con solo unos metros de ventaja sobre sus perseguidores, pero protagonizó una exhibición de fuerza y energía en los últimos kilómetros que le permitió imponerse con 39 segundos de ventaja sobre el segundo clasificado, David Francisco.

El ciclista de San Rafael se había tomado esta cita como un test, como una oportunidad para examinar su estado de forma, y comprobó que se encuentra a un gran nivel. Tiene la vista puesta en las pruebas de la Copa de España de su categoría, en las que tratará de reeditar los numerosos éxitos cosechados el pasado año.

Disputada a una media de 41 kilómetros por hora, la Vuelta a los Pinares sirvió para refrendar el buen momento que atraviesa Pispajo, que también se llevó el premio de la meta volante del Memorial Félix Merino, y también para adjudicar dos títulos provinciales. Rubén Calle se llevó el de la categoría élite, mientras que Mario Arranz, que llegó a la línea de meta con el grupo perseguidor y terminó quinto en la clasificación general, fue el mejor entre los sub-23. Sin embargo, ni él ni ninguno de los otros jóvenes valores del ciclismo que participaron en esta tradicional prueba pudieron discutir el dominio de Pispajo, un veterano que vive una segunda juventud.