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Patricia Azcárate posa junto a sus creaciones. / A. Tanarro
La poderosa fragilidad del cristal
ARTE

La poderosa fragilidad del cristal

Patricia Azcárate presenta sus últimas pinturas sobre cristal en el Museo del Vidrio de La Granja

EL NORTE

Sábado, 17 de mayo 2014, 00:15

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El Museo Tecnológico del Vidrio acoge una exposición de las últimas creaciones de Patricia Azcárate, que apuesta de nuevo por el cristal como soporte para su pintura. Bajo el título 'Soñarte', la muestra de la artista segoviana (de adopción, ya que nació en Madrid en 1959) permanecerá abierta al público hasta el próximo 6 de julio, de martes a sábado, de 10 a 18 horas; y domingos y festivos, de 10 a 15 horas.

Para la autora, el cristal expresa perfectamente el diálogo entre materia y espíritu, entre lo visible y lo invisible, entre fragilidad y dureza. Un soporte que carece de peso visual y favorece así la flotación de los signos pictóricos donde el color fluye y se libera, tal y como reseñan fuentes de la Real Fábrica de Cristales. Azcárate explica que la expresión artística, la necesidad de crear, surge de la necesidad de soñar. «Como resultado de un sentir creativo aparece la materia de un sueño, de un deseo, de unas inquietudes que van más allá de lo racional; es un estado pre-consciente que imagina la liberación de formas, colores y luces, que dan respuesta a ese no pensamiento, a un estado».

Como apunta el crítico de arte y pintor palentino Jesús Mazariegos, afincado en Segovia, Patricia Azárate practica desde siempre una abstracción radical e informalista que Dámaso Santos Amestoy llamó, en 1996, «abstracción lírica». Sus formas más características van de las amebas a los filamentos y de la mera mancha al grafismo, sin rozar jamás las formas de la realidad más allá de una sutil sugerencia paisajística o simplemente vegetal, informa Ical.

Lo más normal es que en la pintura de Azcárate «los trazos sean solo trazos y las manchas, manchas, casi siempre referidas únicamente a sí mismas», prosigue Mazariegos. Otra cosa son los significados que sus formas contienen respecto de la emoción y reflejo de vida, siendo fundamental en este sentido el concepto de higiene, entendido como ruptura con el pasado y una opción apasionada por la libertad, siempre con una inquietud por el espacio que da lugar a una lectura poética de la obra.

Elemento nuevo

En esta ocasión, Azcárate añade algún elemento nuevo que sirve de soporte al vidrio o al cristal, formas que se refieren a lo humano. «Son las manos de la infancia y de la adolescencia que sugieren la idea de soportar el futuro del arte y de la creatividad», prosigue la Real Fábrica.

La obra de Azcárate ha protagonizado exposiciones y ferias en diversas partes del mundo como Italia, Alemania o Líbano, aparte de España. Ha participado en varias ediciones de la feria Arco y su obra está presente en numerosas colecciones de arte contemporáneo.

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