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PROGRAMA ASISTENCIAL

Los pacientes segovianos graves son los que más tardan en pasar por quirófano

El primer trimestre terminó con menos lista de espera que hace un año, pero con más casos pendientes de más de seis meses

CÉSAR BLANCO

Lunes, 12 de mayo 2014, 14:14

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La Consejería de Sanidad tiene en la reducción de las listas de espera un caballo de batalla que no logra doblegar. Aunque se ven indicios de tímida mejoría tampoco como para lanzar las campanas al vuelo, la búsqueda de fórmulas compatibles con los planes de racionalización que además aligeren los retrasos en consultas, y sobre todo las demoras acumuladas para entrar en quirófano es un dolor de cabeza permanente para el departamento que dirige Antonio María Sáez. No es el único, pero sí el que propició una reacción plasmada en un plan específico de actuaciones implantado el año pasado y apoyado en la contratación de personal y en el refuerzo de determinados conciertos con la sanidad privada.

Esas soluciones sí se han dejado notar en determinados servicios que estaban más rezagados y que padecían las mayores carencias, aunque en su conjunto no parecen haber tenido la rotundidad que esperaba la Administración regional. El caso de Segovia es el vivo ejemplo de que el plan de choque emprendido por Sacyl hace ahora prácticamente un año para contrarrestar el aumento constante y exagerado que estaban experimentando las tardanzas quirúrgicas en la región no ha obtenido todos los beneficios deseados, o al menos con la contundencia y rapidez pretendidas.

Es cierto que el primer trimestre de este curso ha terminado con menos pacientes segovianos en las listas de espera quirúrgicas. Marzo se despidió con 1.878 operaciones pendientes, 64 menos que un año antes, cuando la Administración regional cocinaba los prolegómenos y ultimaba los detalles del plan de reducción de esperas, en el que volcó un esfuerzo inversor de unos 12 millones de euros. Sin embargo, y por aquello de que también se puede ver la botella media vacía, son 60 intervenciones más en cartera con respecto al último trimestre del ejercicio 2013.

Más de un año

La interpretación de los números publicados en Internet por la Junta de Castilla y León a través del Portal de Salud ponen de manifiesto así la tibia repercusión de las medidas para reducir las demoras en el Hospital General. El complejo asistencial, que desde hace unas semanas dirige José Manuel Vicente, no solo no ha conseguido aliviar la nómina de pacientes que llevan entre seis meses y un año para entrar en quirófano, sino que en el periodo que va de enero a marzo la cantidad de casos que se encuentran en esta tesitura de dilación han aumentado ligeramente con respecto al último trimestre del año pasado (de 108 a 111).

Peor parado sale el Hospital General si el retrovisor de la comparación se enfoca doce meses atrás con toda la aplicación del plan de choque por medio, porque esas cifras revelan que casi se habría triplicado el volumen de intervenciones que aguardan más de medio año. Y otra mala noticia que no se había producido hasta ahora en el complejo asistencial de la carretera de Ávila: el registro de un caso de una operación que llevaba pendiente más de un año, a fecha del pasado 31 de marzo.

Algo afortunadamente inusual y atípico en la compleja gestión de las listas de espera de la sanidad pública provincial. Esta intervención se localizaba en la especialidad de Cirugía General y Aparato Digestivo, que es una de las áreas asistenciales que ha visto cómo han aumentado en los últimos meses los pacientes que aguardan para pasar quirófano.

Si a ello se añade que cada vez son más los segovianos apuntados en lista de espera quirúrgica con menos de tres meses de demora para ser operados (de 1.230 ha pasado a 1.343 entre finales de 2013 y marzo de 2014), la buena nueva de la disminución de las operaciones con retrasos acumulados de entre tres y seis meses queda eclipsada.

Plan de priorización

Tampoco son buenos síntomas los que transmiten los resultados del programa de priorización de las intervenciones en función de la gravedad. En el cómputo conjunto de los catorce hospitales de Castilla y León, el 92% de los casos más graves, clasificados como de prioridad 1, han sido atendidos en un tiempo menor al mes fijado por la Consejería. Son casos «cuyo tratamiento quirúrgico, siendo programable, no admite una demora superior a 30 días», según la definición oficial. Al complejo hospitalario segoviano le cabe el dudoso honor de ser el que peor se comportó durante los tres primeros meses del año.

Dentro de esta categoría más perentoria se incluyeron 119 pacientes. De los cuales, 29 tardaron más de esos treinta días en entrar en quirófano y en el resto de casos el retraso medio fue de 23 días, el más elevado del sistema sanitario regional. Es decir, uno de cada cuatro operaciones contempladas dentro del máximo nivel de gravedad excedieron el plazo establecido por el programa de priorización.

Sanidad también ha establecido la denominada prioridad 2 para enfermos «cuya situación clínica o social admite una demora relativa, siendo recomendable la intervención en un plazo inferior a 90 días». El Hospital General cumplió está directriz en el 72,2% de los 295 pacientes 'etiquetados' bajo esta categoría, con un retraso medio de 74 días. Solo los complejos asistenciales de Burgos y El Bierzo presentan peores cifras, sobre todo en lo que se refiere a la demora.

Seis días menos de demora

La consecuencia más positiva que pueden extraer los responsables sanitarios de la aplicación del plan de reducción de listas de esperas quirúrgicas es que el tiempo medio para someterse a una operación en el Hospital General de Segovia ha bajado con respecto al último trimestre del año pasado y también ha descendido si la comparación de hace doce meses atrás. A 31 de marzo, los segovianos tardaban de media 69 días en ser intervenidos, seis menos que el retraso registrado al cierre de 2013.

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