'Caballos bombero' en Segovia para prevenir incendios

Las abundantes lluvias de esta primavera han favorecido el crecimiento de la vegetación espontánea, y la proliferación de hierbas y maleza en fincas y huertas en desuso e incluso en zonas ajardinadas privadas aumenta de forma considerable el riesgo de incendios cuando se agosten. Cuando falta un mes y medio para que llegue la temporada estival, la Concejalía de Medio Ambiente tiene preparada de nuevo una carta para los propietarios de fincas en las que volverá a recordarles que deben cumplir el deber de conservación de los terrenos, de acuerdo con la Ordenanza Municipal de Parques y Jardines.

En Segovia son 18 las fincas a las que requiere la Concejalía el cumplimiento de esta obligación. Están situadas en el barrio de San Lorenzo, al lado de la carretera de San Rafael y junto a la antigua carretera de Villacastín, en el triángulo entre la calle San Gabriel y la avenida Padre Claret y en el nuevo barrio de la Comunidad de Ciudad y Tierra de Segovia. Además hay otras fincas de titularidad municipal donde el Ayuntamiento actúa para prevenir el riesgo de incendios, como las laderas del parque del cementerio, las del barrio de La Albuera, El Pinarillo y varias zonas de Nueva Segovia, como el parque del Alto Clamores.

En estas fincas municipales, el Ayuntamiento tiene previsto autorizar la entrada de rebaños de ovejas para que pasten y consuman las hierbas, para lo que cuenta con el beneplácito del Servicio Territorial de Medio Ambiente de la Junta y ya ha hablado con un pastor para que lleve el ganado a carear la vegetación.

En cuanto a las fincas privadas, hace casi dos meses que en la zona de huertas en desuso de la calle Antonio Coronel pastan varios caballos con este fin. Es el cuarto año que la Concejalía autoriza a los propietarios para que introduzcan allí a los animales, que son muy voraces y reducen de forma considerable la vegetación, de manera que así son mínimos los gastos en alimentarlos y en desbrozar el terreno.

El riesgo de incendios en verano aumenta en las fincas sin cultivar o los jardines descuidados, ya que al agostarse y perder la humedad la vegetación es fácilmente inflamable. Por eso la Concejalía de Medio Ambiente va a advertir a los propietarios que tienen que cumplir con su deber de conservación y que podrá hacer inspecciones en las fincas para comprobar si atienden a la obligación establecida en el artículo 15 de la ordenanza, la de acometer «labores de limpieza y desbroce, en especial antes del inicio de la época estival». Si no lo hacen el Ayuntamiento iniciará el procedimiento de ejecución forzosa, con la posibilidad de imponer «multas coercitivas» del 10% del coste de los trabajos y, además, sanciones que en el caso de las infracciones graves pueden oscilar entre los 301 y los 1.500 euros.