Borrar
Matías Alonso. / R. GÓMEZ
«Es el momento de dejar de ser súbditos; ha llegado la hora de los ciudadanos»
VALLADOLID

«Es el momento de dejar de ser súbditos; ha llegado la hora de los ciudadanos»

Matías Alonso, secretario general de 'Ciutadans', que ahora impulsa el Movimiento Ciudadano de Castilla y León

J. A.

Domingo, 29 de diciembre 2013, 17:57

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Quieren convencer desde el sentido común y defienden, por encima de todo, el Estado del Bienestar con ajustes que le liberen de la endogamia política. Se definen como de centro izquierda y ahora intensifican su presencia en la comunidad con el objetivo de ganar apoyos. Matías Alonso, secretario general del partido 'Ciutadans', explica las claves del Movimiento Ciudadano de Castilla y León, una llamada urgente para que PP y PSOE afronten reformas fundamentales.

¿Cómo se plantean el desembarco en Castilla y León?

El partido ya estaba de una forma embrionaria, porque ya había afiliados y ahora traemos una propuesta que no es solo de Ciudadanos. Lo que queremos es que se sume el mayor número de gente posible a título individual. No estamos haciendo llamadas a ningún partido ni a ninguna entidad, sino a personas de la sociedad civil que piensen, como nosotros, que hacen falta una serie de reformas, que son urgentes, relativamente sencillas y que no requieren de grandes cambios constitucionales, sino de acuerdos políticos entre los dos grandes partidos. Buscamos que el PSOE y el PP se movilicen y empiecen a hacer esos cambios tan necesarios. Si no lo hacen, buscaremos la fórmula para hacerlo nosotros desde las instituciones. Es el momento de dejar de ser súbitos y comenzar a ser ciudadanos. Hay que tomar la palabra y abandonar la resignación.

De ahí su lema 'Por las buenas o por las urnas'. ¿Puede sonar un poco a amenaza, o se ponen ustedes las pilas...?

Las cuitas, los intereses ciudadanos son muy similares en cualquier comunidad, según se refleja en las encuestas del CIS. Hay un desencanto muy grande con la política tradicional y con los dos partidos. Empieza a ser un problema. Lo que pedimos es más transparencia, más apertura de los partidos y más democratización interna. Que haya un reclamo del talento. Que el talento no sea una cortapisa para militar en un partido, sino todo lo contrario. Buscarlo. Conseguir que las listas electorales no dependan de la decisión de los secretarios generales o presidentes de los partidos, sino que dependa de la militancia o de los simpatizantes. Y que haga que el más capaz esté al frente de las formaciones.

Para eso es fundamental fomentar las listas abiertas

Es la clave. Que el elector no solo elija unas siglas, sino que pueda ordenar esas listas y pueda primar la labor de un candidato determinado. Desde luego, la elección de las listas por primarias es fundamental dentro de los partidos y que elector priorice cuando vaya a votar, también.

Defienden también una separación real de los poderes.

Este mercadeo continuo que vemos cada vez que hay que renovar un órgano del poder judicial es inadmisible. Por higiene democrática, esa separación que proclama la Constitución tiene que ser efectiva. Y también es básico una reforma de las administraciones públicas. Uno de los graves problemas que tenemos, de la crisis económica y de la institucional, es el enorme peso de la estructura política en las administraciones. Son endogámicas y están hipertrofiadas. Hay que racionalizarlas, evitar duplicidades y descargarlas de peso político. Tienen que ser más livianas para el administrado. Esas cuatro reformas son básicas y tienen un complemento, que los estamos viendo estos días con la nueva Ley de Educación. No tiene que ser la del PP o la del PSOE, tiene que ser de todos y tiene que mirar de aquí a treinta años. Es fundamental, porque así vamos a conseguir buenos ciudadanos, buenos profesionales y desde luego vamos a evitar ideologizar a nuestros alumnos. La educación debe priorizar los valores de la Constitución, de ciudadanía, pero no los de partido, no el sectarismo.

Ahora quieren cumplir una función de acicate con los grandes partidos, ¿por qué no dar el salto ya?

No lo descartamos, pero nuestra voluntad es que PP y PSOE, que ahora tienen la capacidad para hacerlo, lo hagan. Si no es así, la única vía para nosotros es entrar en las instituciones con la mayor fuerza posible.

¿Esa decisión se va a tomar en año y medio?

Como mucho. Los cambios son necesarios, pero también son urgentes. Hace tiempo que se tenían que haber tomado medidas. Hay inmovilismo. Los grandes partidos tienen la sensación de que no están juego sus escaños, se sienten cómodos, no ven peligrar su silla. Vamos a intentar que se movilicen y si no lo conseguimos, vamos a moverles esa silla.

¿Ya han mantenido algún contacto con líderes del PP y PSOE para plantearles estas cuestiones?

A nivel de Movimiento Ciudadano todavía no, porque estamos en una fase de compromiso con la ciudadanía. A nivel de partido, sí. Hace dos meses largos que lanzamos una llamada a Rajoy y a Rubalcaba para tener una reunión urgente sobre la deriva separatista en la política catalana, porque nos da la sensación de que no reciben información de primera mano, les llega distorsionada. Les hemos lanzado ese reclamo y hemos tenido solo respuesta de Rajoy diciendo que nos dirijamos al PP en Cataluña, pero nosotros creemos que es un problema que afecta directamente a los pilares de la nación española.

¿Son ustedes un 15-M moderado?

Pensamos que hay que movilizarse, que es el momento de que esa desazón que provoca la política se lleve al ámbito donde puede haber soluciones y que ese es el ámbito institucional. Hay muchos motivos para estar desencantados con la política, pero creemos que hay que hacerlo en las instituciones. Es la única vía democrática.

¿Por qué fiarse de ustedes?, ¿se han autoimpuesto cláusulas para no caer en los mismos vicios?

Todavía no tenemos la estructura de partido ni la buscamos. Pero yo puedo responder por mi partido. Tenemos un compromiso con la transparencia y contra la corrupción muy claro. Por ejemplo, la mera imputación de una persona le impide ostentar un cargo. Nosotros estamos libres de esa lacra y si surgiera, la reacción sería inmediata, se cortaría por lo sano.

¿Y lo de no perpetuarse en la silla cómo lo solucionan ustedes?

Nuestro compromiso es claro con una limitación de mandatos a dos legislaturas si hay responsabilidades de gobierno. Todos los cargos públicos venimos de la sociedad civil, nadie ha estado antes otros partidos. Buscamos un paso limitado por la política, que no se convierta en una forma de vida.

Entrar en Castilla y León es complicado, con una población muy envejecida y siendo un bastión del PP, un granero de votos de la derecha.

Vamos a intentar llegar al máximo de gente posible para que entiendan nuestro mensaje. La idea es organizar un primer acto en Valladolid esta primavera al que seguirán otros en el resto de Castilla y León. A nosotros cuando se nos escucha, se nos entiende. Hay coherencia y claridad. No venimos a competir con graneros de votos. El voto es individual, libre y secreto. La gente va optar en cada momento por la opción que más garantías le dé. Creemos que la política tradicional está desgastada y nosotros venimos con una propuesta nueva.

Más información en la web movcyl.org

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios