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TURISMO | VALLADOLID

Quintanilla de Arriba recupera un pilón del siglo XIX

AGAPITO OJOSNEGROS

Martes, 19 de noviembre 2013, 21:20

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No solo grandes proyectos, como la celebración de unas olimpiadas, requieren de personas voluntarias para poder salir adelante, también pequeñas acciones serían imposibles de realizar si no fuese por el silencioso trabajo de los voluntarios.

Así lo han venido demostrado durante los últimos meses, desde agosto, una veintena de vecinos de Quintanilla de Arriba, en la comarca de Peñafiel, que después de una ardua labor han conseguido rescatar del olvido el Pilón del Caño, un antiguo lavadero del siglo XIX, y el entorno natural en el que se encuentra enclavado. Ataviados de amarillo y con azadón en mano, durante la mañana de ayer 11 convecinos se afanaban en dar los últimos toques al entorno del pilón plantando distintas plantas para que la zona luzca bonita y se convierta en un punto de atracción para vecinos y visitantes, pues la zona recuperada es un fantástico mirador del río Duero que pasa lamiendo el término municipal quintanillense. De igual forma ese espacio, desde una faceta puramente ecológica, se recupera para la biodiversidad fluvial del entorno.

Antonio Redondo, José Antonio Carrascal, Dolores Lezcano, Ángela Redondo, María Luisa Redondo, Soledad Tordable, Petra Lobo, Víctor Iglesias, José Luis Pascual, Clemente Repiso y el mismo alcalde de la localidad, Tomás Madrazo, realizaron durante la jornada pasada los últimos toques a un proyecto que cuenta con la colaboración técnica y financiera de la Fundación Caja de Burgos y la Obra Social de La Caixa, con un presupuesto que alcanza los 2.832 euros. Representando a estos departamentos de las entidades financieras citadas, ayer se acercaron hasta Quintanilla de Arriba: Alicia Bello, Juan Carlos Utiel y Miguel Pinto.

El acalde indicó que la reconstrucción del viejo lavadero se ha realizado«con mucha ilusión por parte de la gente porque todos de niños lo conocimos» en pleno funcionamiento. Tras la intervención, el regidor señaló que ahora son tres los manantiales que vierten sus aguas en el depósito recuperado, donde llegan 1.389 litros por hora para ocupar un volumen de 5 metros cúbicos de capacidad».

El edil quintanillense, un voluntario más, explicaba ayer que para ellos fue «providencial encontrar financiación a través del Voluntariado Ambiental de Caja Burgos-La Caixa ya que teníamos mucho interés en recuperar el Pilón del Caño, un antiguo lavadero de las mujeres construido en 1875», infraestructura que en la actualidad era «una escombrera indecente ya que desgraciadamente nuestra zona del río ha sido una cloaca donde hemos tirado los desperdicios». Esto ha llevado a los quintanillenses a adecentar y recuperar la parte del pueblo que da al río a través de distintas intervenciones ejecutadas en los últimos años. Todo ello con trabajo voluntario en el que han participado desde jubilados a vecinos circunstanciales, aquellos que veranean en el municipio.

El trabajo fundamental, si del lavadero hablamos, ha consistido en recuperar las piedras del estanque, numerarlas «y ver qué materiales disponíamos para poder recuperarlas», a lo que contribuyó «la documentación encontrada en el Ayuntamiento». Metidos en harina, «hicimos una plataforma de hormigón y, casi sin pretenderlo, sobre ello hemos hecho el mismo pilón que hubo en su momento, con piedra de Campaspero». En dos alturas, «lo que hemos hecho ha sido adaptar las piedras al espacio», señaló Madrazo.

«Aquí tenemos una tradición de voluntariado y queremos mantenerla para ir recuperando y manteniendo nuestro patrimonio natural», aseguró el regidor, quien desgranó los proyectos que les avalan, como la recuperación de distintas fuentes y la orilla del río a su paso por la localidad. Pero aquí no se paran, pues han puesto su vista en un antiguo surtidor de agua donde abrevaba antiguamente el ganado. «Muchos proyectos con el agua y el medio natural porque estamos volviendo nuestra mirada al río, nuestra mejor fachada», subrayó.

El director de la Oficina de Medio Ambiente de Caja de Burgos destacó a pie de obra, que la filosofía de los proyectos que apoyan se encamina a «facilitar en el entorno rural la realización de pequeños proyectos como el de Quintanilla, cuyo caso tiene interés anfibio en esta zona del Duero. Se compatibiliza una cuestión estética, con la recuperación del patrimonio y con la vida silvestre facilitando la biodiversidad».

En la actualidad Caja de Burgos y La Caixa respaldan 7 actuaciones como la de Quintanilla de Arriba en la provincia y otras 20 entre las provincias de Burgos y Palencia.

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