Borrar
Consulta la portada de El Norte de Castilla
Una mujer trabajando./ Raúl Hernández
Un hogar entre pajas
Castilla y león

Un hogar entre pajas

Taller Karuna imparte en Ávila cursos para construir edificaciones con fardos de forraje

Pablo Garcinuño

Domingo, 22 de septiembre 2013, 15:36

La propuesta es apetecible: hacer un regate a la temida hipoteca construyendo tu propia casa. El material es sorprendente, ya que consiste en levantar la vivienda a base de pacas de paja. Este es el objetivo de los cursos que ofrece Taller Karuna, un proyecto formativo sobre bioconstrucción que se ubica en el paraje conocido como Valle Pinos de Conde, entre los municipios de El Hoyo de Pinares y Cebreros.

Se trata de conseguir una vivienda ecológica, económica y duradera. La casas de paja son «naturales, transpiran las paredes y sus materiales son ecológicos», dice Patricia Cebada, una de las responsables de estos cursos. Se trata de «recuperar esas habilidades que todos tenemos a la hora de construir y no entrar en una deuda que te esclavice durante muchos años», añade Rubén Solsona, otro miembro de Taller Karuna.

Los dos acaban con varios de los prejuicios que se pueden tener en un primer momento. Por ejemplo, en relación a la durabilidad de este tipo de viviendas. Hay casas en pie que se levantaron hace un siglo, así que «de momento sabemos que cien años pueden aguantar», dice Patricia. Además, ofrecen «un aislamiento mucho más alto que una vivienda convencional», por lo que no necesitan ningún aporte externo de calefacción. «Con una orientación bioclimática que permita radiarnos en todo momento con el sol es suficiente para calentar la estancia en invierno -añade Rubén-. Cuando se juntan varios días nublados, encendemos la estufa de apoyo».

Otro miedo al que hay que hacer frente ser refiere al aguante de la edificación ante un posible incendio. «Las casas de bala de paja han pasado todas las pruebas de resistencia al fuego en varios países donde hay códigos para este tipo de viviendas, como en Alemania», afirman. El motivo es que la alpaca «está tan comprimida que es muy difícil que prenda» y ponen como ejemplo un listín telefónico: es fácil quemar una hoja, pero resulta complicado hacer prender el libro si permanece cerrado y compacto.

Incendio de Cebreros

Precisamente ellos tuvieron que hacer frente a una grave situación con el incendio que tuvo lugar el pasado 3 de agosto en esta zona. Las llamas, que arrancaron en el término municipal de Cebreros, se extendieron rápidamente en las primeras horas y se quedaron a unos pocos metros de las instalaciones de Taller Karuna. Fueron desalojados y tuvieron que pasar la noche en El Hoyo de Pinares, muy pendientes de cómo evolucionaban las llamas. Afortunadamente, no sufrieron ningún daño material ni personal. «Más que susto, fue un momento de mucha tensión», recuerda Mónica Cebada, otro miembro de Taller Karuna. «Hay que reconocer que las cosas se hicieron bien porque se contó con muchos medios en las labores de extinción», añade tras expresar su agradecimiento al Ayuntamiento y a los vecinos por la ayuda prestada.

Construye tu casa

Taller Karuna arrancó en 2002 con un planteamiento «más amplio» que el actual, señala Patricia, fundadora de esta iniciativa junto a Rubén. El objetivo inicial, afirma él, era «ofrecer actividades que ayudaran a la gente a estar mejor» y eso incluía, además de la bioconstrucción, aspectos como vida en la naturaleza, meditación, yoga, etc.

Su vida personal les llevó a especializarse en un determinado campo. «La idea surgió porque no queríamos tener hipoteca y porque nos interesa vivir en el campo, en contacto con la naturaleza», reconocen ambos al referirse a la casa de paja que se construyeron en Navalperal de Pinares. Ella es arquitecta y, además, asistieron previamente a un encuentro internacional de construcción con paja que se celebró en Dinamarca. Los dos, acompañados por Mónica Cebada, muestran con orgullo la vivienda. Calculan que esta edificación, con unos 100 metros cuadrados, les supondrá un gasto total de 20.000 euros cuando este totalmente acabada. «Son muchas horas de trabajo pero si te lo haces tú, puede resultar muy económico», afirma Rubén.

Respeto al medio ambiente

Ellos intentan vivir de la forma más respetuosa con el medio ambiente. Obtienen electricidad con placas solares, recogen el agua de lluvia para ducharse y regar el huerto, disponen de una cocina solar -una parabólica que concentra todos los rayos de sol en un punto donde se puede colocar la olla- e incluso trabajan en formas ecológicas de refrigeración a través de fresqueras.

En los cursos, de una semana de duración, por 250 euros se abordan todas las etapas constructivas: cimentación, estructura, cubiertas verdes, cerramiento, revocos, instalaciones, etcétera. Realizan cuatro convocatorias al año y cada vez hay más interesados. «La gente viene porque están un poco hartos de un sistema de vida que no les convence», añade Rubén. Los motivos son diversos, pero todos aprenden, no solo a construir la casa, sino también a diseñarla con elementos tan variados como botellas, damajuanas o estanterías de barro y cuerda. Las posibilidades son casi infinitas y los resultados, realmente llamativos.

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

elnortedecastilla Un hogar entre pajas