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El general Andrés Chapa Huidobro, director de la Academia de Caballería de Valladolid. GABRIEL VILLAMIL
«En el Ejército tenemos trabajo fijo, pero también parados en la familia»
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«En el Ejército tenemos trabajo fijo, pero también parados en la familia»

El general Andrés Chapa recuerda que la crisis también afecta a los militares, a los que no ve aislados de la sociedad española

JORGE MORENO

Lunes, 2 de septiembre 2013, 15:33

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No ha cumplido cuatro meses como nuevo director de la Academia de Caballería de Valladolid, y el general de Brigada Andrés Chapa Huidobro (Madrid, 1960) tiene las ideas claras de cuál debe de ser el papel de un centro de formación castrense. «A los mandos que formamos les pido que traten a sus subordinados como les gustaría que les tratasen a ellos». Lo dijo ya en su toma de posesión en mayo, y lo volverá a repetir este lunes a los cadetes que inicien el nuevo curso en la Academia, unas enseñanzas que serán recibidas este año por 116 hombres y mujeres.

¿Qué supone dirigir un centro donde hace 31 años fue alumno?

Para mí es un privilegio profesional.

Y, ¿qué cambios ve respecto a los nuevos cadetes?

Pues los mismos que ha registrado la sociedad española. No obstante, los pilares básicos de nuestra formación son los mismos y se resumen en estar preparados para aquello que se nos pida. La sociedad es bastante más abierta ahora que antes, y el trato con el alumno, más directo. La exigencia de los principios básicos es, incluso, mayor en aspectos como la disciplina o la cadena de mando. Tenga en cuenta que muchos de los alumnos tendrán una responsabilidad importante en las unidades que se desplegarán en misiones internacionales. Sus actuaciones, en situaciones de riesgo, pueden llegar a desembocar en un conflicto internacional.

¿En qué sentido?

Pues por ejemplo, un sargento o un capitán, de los que hoy están destinados en la frontera entre el Líbano e Israel, que vulnere uno de los acuerdos internacionales puede dar origen a una escalada de violencia. Por ello, la preparación en idiomas es mucho mayor ahora que cuando yo estudiaba. Como también lo es respecto a las nuevas tecnologías.

¿Han mejorado los sistemas de enseñanza castrenses?

Estamos a años luz de los de hace tres décadas. En la simulación, por ejemplo, antes de efectuar fuego real, los equipos permiten al alumno hacer miles de disparos. Los simuladores ayudan a ahorrar en munición y en combustible al no tener que mover los vehículos.

Los alumnos comienzan el lunes.

Así es, aunque el día 18 es la inauguración oficial. Este año, los de quinto curso son los últimos del plan antiguo, a los que les sucederán los del Plan Bolonia, donde se establece una equiparación de las enseñanzas militares con las civiles. Los estudios para suboficiales permiten obtener el título de Técnico Superior de Asistencia a la Dirección, mientras que el oficial sale como ingeniero en Organización Industrial.

Caballería y mujer

¿Es Caballería un arma que facilita la integración de la mujer?

Igual que cualquier otro cuerpo militar. Al principio, cuando ingresaron, es cierto que nos preguntábamos qué iba a pasar. Aunque choque a algunos, las mujeres pueden llevar un carro de combate. La integración se ha hecho con naturalidad y los datos están ahí. De los 6.182 soldados que hemos tenido en formación en la Academia, desde el año 2003, 1.090 han sido mujeres, lo que supone el 17%. En cuanto a suboficiales mujeres han sido 21, mientras que oficiales han salido dos.

Se lamentan ellas respecto a que no se tiene en cuenta su condición por la maternidad y el cuidado de los hijos para elegir destinos.

En ese aspecto son como los varones. Yo llevo en mi vida militar 25 destinos y he tenido que estar separado de mi familia mucho tiempo. Hoy en día, las mujeres trabajan y la movilidad profesional no es como antes que viajaba toda la familia. En el Ejército, la nómina es igual, gracias adiós, para hombres y mujeres, y no le quepa duda de que llegaremos a ver a una directora al frente de Caballería. Y así debe ser.

En la promoción en el Ejército, ¿es antes la antigüedad que el mérito?

En mi opinión el sistema mixto es el mejor. La gente de dentro debe tener ciertas ventajas, pero también no se puede olvidar el mérito. Un suboficial que asciende y ha conocido los problemas de la tropa pienso que tiene más sensibilidad.

¿Ha avanzado la relación de las academias con la Universidad?

Gracias a Dios sí son muy fluidas. En nuestro caso, la labor con la UVA y UEMC la abrió mi antecesor, el general López.

¿Qué les diría a los que piden que los recortes sean más en Defensa que en Sanidad o Educación?

También en las Fuerzas Armadas nos hemos visto afectados. Los militares servimos a España en el Ejército con un puesto de trabajo que es verdad que es fijo, pero en nuestras familias también tenemos desempleados. Vemos la situación económica del país con preocupación.

Ética y reglas del combate en Siria

«Vivimos con preocupación la situación de Siria, ya que tenemos unidades en el Líbano. Los militares conocemos los efectos colaterales de la guerra y no se puede revasar la ética y las reglas del combate causando daños a la población», dice Chapa, que salió de teniente en 1982, y estuvo destinado cuatro años en la Legión, en Fuertevendura y Ronda. Profesor de Educación Física, regresó en 1991 a la Academia para impartir Adiestramiento y Táctica. En la capital vallisoletana estuvo en la Región Militar Noroeste, en el Palacio Real. En mayo pasado, el ministro de Defensa le ascendió de coronel a general de Brigada, y le nombró director de Caballería. A sus 53 años, es uno de los generales más jóvenes de las Fuerzas Armadas, que a veces va en bici a la Academia.

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