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El Ayuntamiento valora liquidar el CB Valladolid si no aparece un patrocinador
BALONCESTO

El Ayuntamiento valora liquidar el CB Valladolid si no aparece un patrocinador

El club adeuda siete mensualidades al técnico, seis a los empleados y tres a los jugadores

VÍCTOR BORDA

Martes, 11 de junio 2013, 20:13

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El CBValladolid respira cada día que pasa con mayor dificultad. A la pésima situación económica que traviesa la entidad hay que sumar las últimas informaciones que salpican a miembros del club y la Fundación y a un expresidente. A perro flaco todo son pulgas.

En estos momentos, la situación del enfermo ha disparado todas las alarmas. El club debe un buen numero de mensualidades a jugadores, técnicos y empleados. Por poner un ejemplo, siete mensualidades se adeudan al técnico Roberto González, una cantidad que rondaría los 77.000 euros. A los jugadores, aunque hay algún caso especial, tres sueldos más los derechos de imagen. Si hablamos de los trabajadores del club, la deuda se acerca a las seis mensualidades.

En estos momentos, el club está en coma. Es verdad que hay movimientos en busca de patrocinadores y nuevas fuentes de financiación, pero de momento no han cristalizado. Parece que no hay una cabeza que logre poner orden en medio del caos. La situación es tan complicada que la plantilla, cuerpo técnico y médico van a a esperar unos días a cobrar o denunciarán los impagos. Lógico, defienden lo suyo con la que está cayendo durante una temporada pródiga en situaciones que se pueden calificar de dantescas y propias de un club de tragicomedia.

Esta situación de coma más o menos inducido por la situación responde a la necesidad de conocer la viabilidad del club. Desde el Ayuntamiento se quiere ver si el club es viable. En otras palabras, si hay el suficiente patrocinio para mantener un equipo en la Liga Endesa o, si no es así, en alguna de las categorías organizadas por la Federación Española de Baloncesto (FEB). De momento, todo esto ha aparcado el desembarco de Mike Hansen como nuevo presidente del club. La cosa está en compás de espera. Hasta que no se vea si la entidad es viable, la llegada de un nuevo máximo responsable no parece muy urgente.

Hansen, Baró y compañía fueron llamados por el alcalde para intentar reflotar la nave morada, la cual hace aguas por todos los lados, salvo el deportivo. El exjugador quiere plenos poderes y no quiere con él gente como Felipe Martín. Juan Vela, presidente de la Fundación Baloncesto Valladolid, ha salido en defensa de Martín, lo que ha provocado fricciones en las reuniones que han tenido ambas partes para intentar alcanzar un consenso que de momento ha sido imposible.

¿Se aleja Hansen de la presidencia? Vamos a esperar, pero la paciencia no es infinita. En los próximo días se deberá oficializar si entra un nuevo presidente o no. Choca porque el aterrizaje de Hansen fue muy bien recibido en primera instancia dentro de la entidad. Eso cambió cuando se vio que el nuevo presidente iba a llegar con la guadaña, que iba a mover de la silla a gente de la no quiere rodearse.

Caída de ingresos

Después de salir del concurso de acreedores, en una par de temporadas, la deuda va a superar los dos millones de euros. Los presupuestos, en el capítulo de ingresos, no han dado una. El continuo y habitual descenso en este capítulo se ha convertido en la espada de Damocles. Se contaba con un dinero que luego las empresas no podían abonar al encontrarse en serios problemas económicos. Ese agujero ha sido el culpable de que la deuda se haya disparado las dos últimas temporadas y haya puesto a la entidad con pie y medio en el abismo.

En el capítulo deportivo, el equipo ha terminado la temporada en una meritoria decimosexta posición, con doce victorias y 22 derrotas, a cuatro triunfos del descenso. En la situación que se ha vivido a lo largo del año, es para quitarse el sombrero. La plantilla ha demostrado una profesionalidad a prueba de impagos y fugas de jugadores. Sin embargo, en estos momentos, el club se ha quedado sin jugadores. No hay ninguno con contrato para la temporada que viene. Hay que confeccionar un nuevo plantel si finalmente hay equipo.

Todo pende de un hilo. Si no hay viabilidad, será el momento de liquidar la sociedad con todos los problemas que ello puede acarrear. Desde el consistorio está claro que no quieren más huidas hacia adelante. Precisamente, esa constante desde hace muchos años ha sido la principal causa de que la entidad se encuentre en una situación tan penosa. No valen más tiritas, sobre todo porque el enfermo necesita un transplante.

Hay previsión de que en breves fechas va a llegar dinero de patrocinadores y empresas, cantidades que se van a destinar a tapar los innumerables agujeros que tiene el CBValladolid. La deuda con jugadores y técnicos debe situarse por debajo del 15% en el plazo que marca la normativa.

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