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El presidente de la Junta, con el ministro de Educación en una de las últimas visitas a la región / Ical
El ministro Wert quiere que los jóvenes estudien Economía desde Secundaria
castilla y león

El ministro Wert quiere que los jóvenes estudien Economía desde Secundaria

El borrador de la propuesta incluye además el fin de la selectividad, aunque instaura dos reválidas y desaparece la asignatura de Educación para la Ciudadanía

FRANCISCO GÓMEZ

Domingo, 16 de diciembre 2012, 18:06

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El próximo miércoles las comunidades autónomas están de nuevo llamadas a un encuentro con el ministro de Educación, Cultura y Deportes, Ignacio Wert, en un nuevo intento para buscar un acercamiento de posturas en torno a la llamada reforma educativa, el anteproyecto de Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa (Lomce). El segundo borrador de este texto sobre el que han trabajado en los Ejecutivos regionales establece una serie de novedades significativas que han suscitado ya un intenso debate entre los diferentes actores implicados en el proceso de la enseñanza.

La reforma de Wert plantea como principio general la lucha contra la que se considera «una de las debilidades del sistema educativo español», el abandono temprano, con una tasa del 26,5% frente al 13,5% de la media europea.

Con este punto de partida, el borrador propone reformas que inciden en un mayor control por parte del Ministerio de los contenidos y horarios de la asignaturas fundamentales, dotar a los centros de una mayor autonomía de gestión establece la posibilidad de un reconocimiento a través de mayor presupuesto para aquellos que apuesten por sistemas de implantación de calidad, y la búsqueda de una «especialización» tanto en los centros educativos como en el propio currículo de los alumnos.

Orientación empresarial desde primaria

La etapa de Enseñanza Primaria constará unitariamente de seis cursos, en vez de la actual división en dos ciclos, reforzándose el tiempo destinado a las enseñanzas básicas de Lengua y Matemáticas e introduciendo un principio transversal de acercamiento al emprendimiento empresarial.

En esta etapa se introducen dos evaluaciones generales. La primera al finalizar el segundo o tercer curso de Primaria, con un examen de «diagnóstico» ante posibles problemas del alumno y otro de carácter general al finalizar sexto, en la que se comprobará la competencia en comunicación en la lengua materna, la competencia matemática y en ciencia y tecnología.

En principio, el resultado será orientativo para los padres y el propio centro y no conllevará obligatoriamente la repetición de curso. En este sentido, se establece que como principio general solo podrá repetirse curso una vez a lo largo de toda la etapa.

Las lenguas cooficiales como especialidad

En cuanto a la Enseñanza Secundaria obligatoria, la reforma de Wert plantea un primer ciclo de tres cursos y un cuarto (de carácter «propedéutico») en el que la enseñanza se orientará en función de si el alumno planea incorporarse al Bachillerato o hacia la FP.

Las asignaturas se agrupan en troncales, que ocuparán el 50% de la carga lectiva (Biología y Geología en primer curso, Física y Química en segundo, Geografía e Historia, Lengua Castellana y Literatura, Matemáticas y primera lengua extranjera); de especialidad (las lenguas cooficiales) y específicas, donde se sitúa la Educación Física, Religión y un conjunto de materias que variará en función de la oferta docente y donde aparece Introducción a la Actividad Emprendedora y Empresarial como una asignatura reforzada, cuya materia podrá ser distinta en cada uno de los cursos y que además de la asignatura concreta se convierte en un contenido «transversal» para todo el ciclo.

Las novedades en ESO incluyen también la desaparición de Educación para la Ciudadanía (si bien se señala que «la educación cívica y constitucional se trabajará en todas las materias») y, sobre todo, la recuperación de la prueba de evaluación final de Secundaria, la denominada reválida, al finalizar cuarto curso.

Podrán presentarse a esta prueba los alumnos que hayan aprobado todas las asignaturas o aquellos que tengan un máximo de tres suspensos, siempre que dos de ellas no sean ni Lengua ni Matemáticas. Si un alumno ha aprobado todas las asignaturas de la ESO pero suspende esta prueba, no tendrá el título de graduado, sino una certificación oficial con «el número de años cursados, así como la adquisición de las competencias correspondientes».

Se adelanta la fp y se abren 5 vías en el bachillerato

En este sentido, la ley establece una mayor correlación entre la ESO y la FP, especialmente para aquellos casos en los que el alumno no consigue alcanzar estas competencias básicas en Secundaria. Se pone en marcha un ciclo de FP básica, destinado a alumnos de entre 15 y 17 años de la ESO con dificultades de progreso. De esta forma, el alumno tendría como salida optar a una calificación profesional de Nivel 1 en el Catálogo Nacional, con vías a facilitar su inserción laboral.

En cuanto al Bachillerato, se abren cinco vías para el alumno: Ciencias e Ingeniería, Ciencias de la Salud, Humanidades, Ciencias Sociales y Artes. Se potencia la diferenciación curricular y se establece que para obtener el título de Bachillerato será necesario de nuevo superar una evaluación final que en principio será la puerta de acceso a las enseñanzas superiores, ya que queda eliminada la Selectividad o prueba de acceso a la Universidad (PAU), si bien se establece que en función de criterios de demanda, las universidades podrán llevar a cabo de forma individual distintos procesos propios de selección.

A estas novedades que afectan de manera directa a los alumnos, habría que añadir un conjunto de modificaciones del marco de funcionamiento de los centros que incluyen una revisión de las funciones del Consejo Escolar, que pasa a ser un órgano enteramente consultivo, y la apuesta por la elaboración de ranking de rendimiento académico de los centros, teniendo en cuenta las circunstancias socioeconómicas de su alumnado.

Finalmente, se recupera una asignatura alternativa a Religión (Valores Éticos), que no existía en la LOGSE (los alumnos que no cursaban Religión no tenían que cursar otra materia) y se modifican algunos aspectos de los conciertos educativos, como la duración (pasa a ser de un mínimo de seis años) y el hecho de que, al contrario de lo que ocurre hasta ahora, podrán concertarse también aquellos centros que ofrezcan una educación diferenciada para niños y niñas.

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