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Los vecinos del barrio, en el huerto solidario de La Victoria. / Henar Sastre
Vecinos de La Victoria cultivan un huerto solidario en un solar abandonado
BARRIOS

Vecinos de La Victoria cultivan un huerto solidario en un solar abandonado

Cáritas repartirá parte de la cosecha de pimientos y tomates entre las familias del barrio más necesitadas

V. M. V.

Viernes, 28 de septiembre 2012, 11:00

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Guadalupe Martín, una de las cuarenta voluntarias que durante este verano han puesto en marcha y cuidado el huerto solidario de La Victoria, tenía asignados los trabajos del jueves. El cuadrante del otoño dice que a partir de ahora tendrá que venir los domingos por la mañana para vigilar y trabajar en esta huerta sin puerta que ayer por la tarde celebró el fin de la cosecha veraniega con una degustación de los pimientos verdes plantados, cultivados y recogidos por los vecinos del barrio en un huerto habilitado en un solar municipal abandonado.

Dicen que aquí será donde en un futuro (si el fin de la crisis lo permite) se construirá el nuevo centro cívico de La Victoria. Como de momento la cosa va para largo, 14 colectivos del barrio se han unido para dar utilidad a una parcela municipal que, de otro modo, seguiría abandonada... y tomada por las malas hierbas. Los vecinos han decidido deshacerse de la maleza y sustituirla por un bancal (de momento solo uno) en el que han plantado pimientos, tomates, lechugas y coles. La suya es una aventura educativa y solidaria que, por ahora, no ha encontrado el respaldo de las instituciones.

«Nos hemos puesto en contacto con la concejalía de Participación Ciudadana, de Desarrollo Sostenible y de Seguridad pero ninguna de ellas se ha interesado por nuestra propuesta», asegura Santiago Campos, integrante del 15-M y de la asociación de vecinos. Él es uno de los promotores de esta idea, la creación de un huerto comunitario y sin ánimo de lucro que, aseguran, tiene distintas ventajas para el barrio. Por un lado, un grupo de vecinos cultiva la afición de cuidar un huerto (hay, por ejemplo, bastantes jubilados). Lo que aquí se produce se reparte entre los agricultores voluntarios y una parte se reserva para Cáritas de La Victoria, que se encarga de repartir tomates o pimientos entre las familias más necesitadas de la zona. Juanjo Merchán, de la parroquia de La Merced, y Goyo de la Fuente, de La Victoria, explican que aunque de momento lo recibido es testimonial (la cosecha aún no es muy grande) la iniciativa es «muy buena, porque favorece la implicación de los vecinos con los problemas que atraviesan varias familias del barrio». Además, y de forma paralela, se han organizado actividades educativas para los más pequeños, con un taller para construir espantapájaros (uno de ellos se ha elaborado en la escuela infantil El Principito) y está previsto, con el inicio del curso, que los escolares de los colegios del barrio se acerquen por aquí para conocer de cerca las tareas que conlleva un huerto. El objetivo es formarse durante el invierno y ampliar el huerto con más bancales, productos... y agricultores voluntarios.

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