Emocionado adiós de Mayte Martínez en el Ayuntamiento de Valladolid

Mayte Martínez colgaba este mediodía, de manera oficial, las zapatillas de correr, esas que han sido sus compañeras durante 25 años. La mejor atleta vallisoletana de todos los tiempos, la incuestionable dominadora del 800 español, decía adiós rodeada de autoridades, su familia y atletas con los que ha compartido pista y amistad. El Salón de Recepciones del Ayuntamiento lucía sus mejores galas para este adiós obligado por las lesiones, por las malditas lesiones que le han impedido regresar a su mejor nivel.

Mayte reconoció que era duro «decir adiós a algo que ha formado parte de mi vida durante 25 años. No es fácil». La atleta vallisoletana subrayó que los problemas en la rodilla «impedían que pudiese cumplir con las exigencias del deporte de élite. Siempre dije que me retiraría antes que arrastrarme por las pistas y así ha sido».

«Me voy tranquila, serena y sabiendo que he luchado hasta la extenuación», prosiguió Mayte Martínez. «Una nueva etapa de mi vida comienza y es seguro que los valores que me ha enseñado el deporte me van a acompañar durante mi existencia», comentó.

La atleta, que se refirió a su deseo de ser madre, señaló que seguirá disfrutando del deporte que le ha dado todo, aunque ahora como atleta popular. También indicó que espera que su experiencia sirva para las nuevas generaciones a través de la escuela que lleva su nombre.

En la mesa presidencial, junto a ella estaban el alcalde de Valladolid, Javier León de la Riva; el delegado del Gobierno en Castilla y León, Ramiro Ruiz Medrano; el director general de Deportes de la Junta de Castilla y León, Alfonso Lahuerta, y Jesús Julio Carnero, presidente de la Diputación vallisoletana. Tampoco faltó la gente del atletismo como Isaac Viciosa, Sergio Gallardo, Álvaro Rodríguez o Gerardo García Alaguero, presidente de la Federación de Castilla y León.

El momento en el que la emoción estuvo más a flor de pie fue cuando agradeció a su familia, a sus padres y su hermano, el esfuerzo realizado y el apoyo prestado para que ella pudiese dedicarse al atletismo. También tuvo un recuerdo especial para Juan Carlos Granado, su entrenador y exmarido, y para Nacho, su actual pareja.