Borrar
EFEMÉRIDES

Valladolid recuerda los 50 años de la mayor inundación del siglo XX

La crecida del Pisuerga en 1962 anegó Isabel la Católica y Poniente y destrozó varias viviendas en Curtidores

VÍCTOR M. VELA

Martes, 3 de enero 2012, 20:34

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Aquella Nochevieja de 1961 los vallisoletanos se tomaron las uvas mientras al otro lado del cristal no dejaba de llover. Los primeros compases del nuevo año, de aquel 1962, fueron un auténtico festival de paraguas. Las radios cantaban inundaciones en Sevilla (el Guadalquivir se había desbordado) y muy pocos pensaron que, tan solo unas horas después, Valladolid tendría que hacer frente a una situación similar. Acababa de desatarse la mayor inundación del siglo XX. El Pisuerga y el Esgueva reventaron y durante tres jornadas el agua no hizo sino avanzar y avanzar hasta tapar por completo los ojos del Puente Mayor, saltar por las Moreras, atravesar Isabel la Católica y cubrir casi entera la plaza de Poniente. Hay crónicas que dicen que el agua llegó hasta el edificio de Correos. Lo peor se vivió tal día como hoy, un 3 de enero, de hace 50 años. Justo medio siglo. A las seis y media de aquel día, el nivel del Pisuerga estaba 7,88 metros por encima de lo normal. Y los bomberos no daban abasto. Aquella madrugada se derrumbó la casa número 12 de la calle Casablanca (hoy Barrio España) y por la tarde se desplomó la vivienda que ocupaba los número 8, 10 y 12 de Curtidores. La riada se coló en los sótanos de Platerías y de Especiería. Y mientras, el Ejército trataba de apaciguar a la fiera de agua. Fuerzas militares, en colaboración con estudiantes del SEU (Sindicato Español Universitario) y afiliados a la Delegación de Juventudes levantaron trincheras con sacos terreros junto al edificio que la Agrupación de Sanidad número 8 ocupaba cerca de Poniente. Pero la alarma no se disparó solo en el Pisuerga, sino también en el Esgueva, que creció hasta casi cubrir el puente de la Tía Juliana.

La situación fue tan complicada que la Confederación Hidrográfica del Duero tuvo que salir al paso y desmentir los rumores que circulaban entre los vallisoletanos, que aseguraban rotundos que la riada se había producido no solo por la lluvia, sino sobre todo porque se habían abierto indiscriminadamente las compuertas de los embalses río arriba y por eso se habían desbordado tantos ríos (en Valladolid, pero también en otros puntos de la región).

Carlos G. Morales y María Teresa Ortega, del departamento de Geografía de la Universidad de Valladolid, explican en su informe Las inundaciones en Castilla y León (2002), que esta riada de 1962 tiene parte de sus orígenes en un rápido proceso de deshielo, acelerado por las abundantes lluvias (el temporal duró 18 días, desde finales de diciembre). «Y a lo que cae del cielo se une lo del suelo. Éste, normalmente saturado, permite escorrentías rápidas facilitando el paso fácil del agua hacia los cauces, que irremediablemente terminan creciendo inundando sus lechos, sobre todo aguas abajo», explican en su informe, que califica esta como la mayor riada del siglo XX (la anterior tuvo lugar el 13 de febrero de 1900, a los efectos todavía siglo XIX). Y no se dejó sentir solo en la capital, sino sobre todo en los pueblos de la provincia. El problema es que los registros automatizados de la CHD no alcanzan hasta ese año, por lo que no es posible precisar el caudal concreto que alcanzó el Pisuerga durante esos días. Y no solo el Pisuerga, ya que otros ríos (el Cea, el Valderaduey, el Sequillo y el Duero) también dieron más de un susto. La peor parte se la llevó Tierra de Campos, donde algunas localidades perdieron casi la mitad de sus viviendas. Fue necesaria la intervención del Ejército (desde Zaragoza llegaron varios helicópteros) y la emisora de radio La Voz de Valladolid creó un programa especial esos días, La voz de la esperanza, con el que recaudar fondos para los damnificados. La siguiente gran riada se vivió ya a principios del siglo XXI, cuando el 7 de marzo de 2001, el Pisuerga se cebó con Arturo Eyries y Huerta del Rey.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios