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Martes, 7 de junio 2011, 18:54
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Diversas ubicaciones de la capital salmantina se convierten en escenario de Cuerda de Onda, la propuesta del joven artista Lot Amorós quien pone al servicio del arte su formación como ingeniero informático para crear un peculiar sistema de cuerdas puestas a disposición del público a través de las que se pueden crear sonidos puros y limpios que va de la cuerda a los oídos.
Esos particulares instrumentos logran captar la atención de los espectadores que en algunos casos no se atreven ni a tocarlos poniendo coto a su espontaneidad pero en otras ocasiones, sobre todo en el caso de los niños, los utilizan para sacar puro ruido del que cada uno es responsable. El sonido que surge del movimiento de las cuerdas se transforma posteriormente en luz proyectada sobre una superficie perfectamente visible por lo que, finalmente, la actividad llega a convertirse en una experiencia sinestésica donde la gente se encuentra con su parte artística.
Las diferencias en la respuesta del público llegan hasta el punto de que hay quien llega a creer que el ingenio desarrollado por Lot Amorós en Cuerda de Onda es un instrumento real del que, incluso, podrían existir virtuosos. Los más atrevidos, comentó el artista, van más allá del simple movimiento de las cuerdas y utilizan instrumentos cotidianos para comprobar los diferentes matices sonoros que se pueden lograr. El autor de esta sorprendente obra reconoce que la gente, a la que el resultado llama mucho la atención, hace cosas que ni siquiera él mismo se imaginaba que se podían lograr con Cuerda de Onda.
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