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MARÍA AURORA VILORIA
Sábado, 9 de enero 2010, 02:15
Simone de Beauvoir escribió en 'El segundo sexo' que en el ciclo menstrual está la esencia de la feminidad. Ahora, la vallisoletana Isa Sanz parte de la misma idea para reflexionar sobre la mujer y su relación con las demás en una serie de fotografías y vídeos. Titulada 'Sangro, pero no muero' y seleccionada en la convocatoria para artistas locales de la Fundación Municipal de Cultura, la exposición está abierta en la sala del Teatro Calderón.
Varias modelos desnudas protagonizan las imágenes de gran formato en las que domina el rojo de la sangre, la única, según su autora, «que mana de forma natural». También es el color de los pétalos y las hojas con que traza círculos en un permanente resurgir, porque en el «centro de este trabajo está la vida y la muerte», afirma.
Las fotografías son el resultado de una personal búsqueda de lo qué significa ser mujer que Isa Sanz (Valladolid, 1973) inició en su serie anterior. «Intento investigar todos los aspectos espirituales de un elemento lleno de magia y buscar la esencia femenina en distintos ámbitos culturales, además de bucear en un universo interior donde se desarrolla la creatividad al tiempo que el cuerpo se transforma», dice. Entre los numerosos significados de estas imágenes hay incluso una actitud de poder, que las modelos expresan mirando a la cámara, junto con la necesidad de reconocerse en los otros. La artista, que al tiempo que trabaja con fotografía y vídeo experimenta con 'performances', quiere también destruir los tabúes históricos a través de unas imágenes simbólicas que cada uno puede interpretar a su manera. «Se trata -explica- de ponerse frente al espejo y mirarse a sí mismo sin ideas preconcebidas, de penetrar en un cosmos menstrual para ir generando capacidad creadora bajo el influjo del ciclo», añade.
Sanz, que estudió Fotografía en la Universidad inglesa de Artes Creativas, fue seleccionada en el concurso Generación 2005 de Caja Madrid y ha mostrado su obra en Inglaterra y España a través de exposiciones colectivas e individuales, busca también la identificación con las demás mujeres a través de las imágenes que ha titulado 'Hermanas de sangre', convertidas luego en una tribu.
Ciclo permanente
Además intenta identificarse con la naturaleza a través de la escritura con sangre de la palabra amor, crear un círculo de poder femenino, transmitir emociones o representar el permanente ciclo que empieza y acaba con la vida después de pasar por la muerte. Y lo hace con una figura que parece flotar eternamente en el espacio aunque en realidad es la foto invertida de una joven tumbada en el suelo con las piernas arqueadas que protagoniza también con leves movimientos uno de los vídeos proyectados. El otro lo interpretan las siete modelos vestidas de blanco, quienes forman un coro que recita 'Sangramos, pero no morimos', versos creados a partir de la frase simbólica que da título a la exposición, a la que la artista ha añadido la palabra resurjo.
La muestra está acompañada de un catálogo en español e inglés que presenta Marta Mantecón e incluye comentarios sobre la obra de Isa Sanz de otros artistas, como Alexis Hunter, Jane Radion Newton o Guadalupe Cuevas.
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