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MIGUEL SÁNCHEZ VELASCO MÉDICO VALLISOLETANO Y ALFÉREZ RESERVISTA DEL EJÉRCITO DE TIERRA

«Nadie se hace reservista por dinero, sino por vocación de servicio»

J. M.

Jueves, 13 de agosto 2009, 03:02

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Está considerado uno de los reservistas españoles con mayor antigüedad, después de cuatro años integrado en este colectivo. Miguel Sánchez Velasco (Valladolid, 1966) se licenció en Medicina por la Uva y desde el 2001 tiene una plaza de facultativo en la Gerencia de Emergencias del Servicio 112, con sede en Medina del Campo. Diplomado en Madrid en Dirección de Protección Civil en el 2002, Sánchez optó un día por sumarse a este sistema que le ha permitido estar en misiones internacionales.

-¿Por qué se hizo reservista en el Ejército de Tierra?

-Me decidí en el 2004 porque entiendo que es una de las mejores formas de servir a tu país y además es compatible con el ejercicio de mi profesión de médico.

-¿Había estado alguna otra vez en las Fuerzas Armadas?

-Estuve un mes en el servicio militar como soldado, pero me dieron de baja por una lesión.

-¿Qué destacaría de la condición de reservista?

-Es un sistema que te permite conocer por dentro cómo funcionan las Fuerzas Armadas y los medios con que cuentan. También sirve para trasladar tus conocimientos profesionales civiles dentro del Ejército. Cuando estuve como soldado no tenía la experiencia que como médico tengo ahora.

-¿Qué destinos ha tenido?

-En todos estos años he estado activado en Indonesia, en la 'Operación Respuesta Solidaria', que se puso en marcha tras el tsunami en ese país. Fuí en febrero y marzo del 2005, y como médico de familia pude ayudar a la población civil tras el maremoto. También me llamaron de la Unidad Militar de Emergencias para la campaña de incendios en Galicia en el 2007. Y en destinos internacionales estuve en Alemania. He participado además en adiestramiento naval en el buque Príncipe de Asturias.

-¿Qué le dicen sus compañeros de trabajo cuando tiene que salir?

-Me apoyan y les llama la atención este tipo de inquietudes.

-Tiene el privilegio de conocer la sanidad civil y la militar, ¿encuentra diferencias o necesidades?

-Es diferente porque la población que atendemos en el ámbito castrense es distinta a los pacientes que podemos tener en un centro de salud. Estamos hablando de una población joven, sana y con un buen estado físico, pero es cierto que tiene factores de riesgo por su ambiente de trabajo, en el que se mueven con equipos que generan peligros. Por ello, las patologías son diferentes a las civiles. Por lo demás, la sanidad militar tiene medios como para poder atender a necesidades concretas en países con emergencias, aunque nuestra misión es apoyar antes que nada a la fuerza militar a la que servimos.

-¿Ser reservista es como estar en la lista de una ETT, a la espera?

-Pienso que no. Yo tengo mi trabajo en la vida civil y no necesito un empleo para vivir. Sin embargo, sí que siento la necesidad de colaborar con el Ejército dentro de mi especialidad. El que quiere ser reservista es por solidaridad, por afán de conocimiento y para buscar nuevas experiencias. Es indudable que pasar una noche a bordo del Príncipe de Asturias, o estar en un botiquín de campaña no tiene precio, ya que son experiencias que en el mundo civil no se dan. Para ser francos, nadie se hace reservista por dinero, sino por vocación de servicio.

-El modelo reservista existe en otros países, ¿cómo está España?

-Ganaríamos por goleada ya que el personal que tenemos, al menos en el ámbito sanitario, está muy bien preparado.

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