El recambio que alcanzó Europa

Ser profeta en tierra propia nunca ha sido fácil. Si no, el refranero no se haría eco de ello. Jorge Alonso se refiere a Cantatore para conceder la relevancia merecida a Fernando Redondo. «Se destituyó a García Traid y se le cambió por Fernando Redondo... Que como decía Cantatore es el único entrenador, y además siendo de Valladolid, que ha ganado un trofeo nacional con el Real Valladolid». Y no hace falta ser de la casa para valorarlo. Richard, ex jugador y ahora segundo de a bordo de Lendoiro en el Deportivo de la Coruña, le concede un papel trascendental en la consecución del título. «Cuando llegó Redondo nos dio un toque de aire fresco en el sentido de motivación, de seguridad en nosotros mismos», relata.

Ramón Martínez y Gonzalo Alonso confiaron en él, y no les defraudó. «Fernando, que es un hombre del club, de la casa y valiente como entrenador, aparte de con muchos conocimientos, fue lo suficientemente valiente como para creer en una serie de jugadores. El caso concreto de López. López jugaba en el filial, y él consideró que tenía que subirle para estos partidos finales y fue titular en el Manzanares y en la final en el estadio Zorrilla. Fernando es un hombre que en Valladolid ha sido poco valorado porque normalmente la gente de la casa es poco valorada, pero yo que le conozco bien sé que es un hombre muy válido y que hizo una gran labor en esta etapa», asegura Ramón Martínez.

Redondo tuvo que hacerse cargo muchas veces de la papeleta de trabajar con un equipo en dificultades. Lo hizo en la temporada 1973-74, cuando suplió a Biosca, en Segunda División. Inició el curso siguiente, pero no lo concluyó. Años más tarde volvió a prestar servicio cuando relevó a Pepe Moré, que a su vez había suplido a Skoblar, en la Liga 1989-1990. Su último paso por el cargo, muy breve, fue en la temporada 1994-1995, en una temporada con cuatro entrenadores (Espárrago, Moré, Redondo y Santos) que acabó con el equipo descendido y salvado en los despachos.

Su currículum blanquivioleta incluye una etapa como jugador y otra como secretario técnico, pero es como entrenador como alcanza el mayor hito posible. Ser el único que ha logrado un título oficial y, al mismo tiempo, el primero en conducir al equipo a Europa. Debutó en UEFA en la 1984-85, pero cayó en la primera eliminatoria ante el Rijeka.