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Los jesuitas se van de Pilarica

JOSÉ LUIS ALCALDE

Lunes, 8 de junio 2009, 11:43

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La Compañía de Jesús ha comunicado al arzobispo de Valladolid y a la comunidad parroquial su decisión de dejar Pilarica. La disminución del número de religiosos hace que los jesuitas, al igual que otras órdenes religiosas, se vean obligados a salir de algunos de los proyectos que desarrollan en todo el mundo.

La reacción de los integrantes de la parroquia ha sido de conmoción, enorme pesar y agradecimiento por los grandes servicios que esta comunidad religiosa ha prestado a todo el barrio de Pilarica en general.

La presencia de los jesuitas en Pilarica se inició en el año 1968 con la creación de la Parroquia de Nuestra Señora del Pilar. Su estilo llano, sencillo y un fuerte compromiso evangélico con los más desfavorecidos les ha granjeado el respeto y admiración -también alguna crítica- de la inmensa mayoría de los habitantes del barrio.

Del mismo modo, su beligerancia frente a las injusticias de la dictadura y su alineamiento inequívoco con los obreros y los valores de libertad y democracia durante todo el periodo de la Transición les originó serios conflictos con las autoridades religiosas y civiles. La siguiente anécdota puesta en boca del primer párroco, Ventura Alonso, y extraída del libro 'Pilarica, un barrio de Valladolid con Historia', ilustra claramente el modo de ser y estar en el barrio de esta comunidad de jesuitas.

«Ya dije que las calles del barrio estaban de pena, con unos baches enormes. Pues bien, aquel año estuvo lloviendo hasta poco antes de empezar la procesión. Previendo el asunto, me calé unas botas un tanto viejas pero resistentes al agua. De esa forma recibí al Sr. Alcalde, D. Antolín de Santiago y Juárez, que no quiso perderse su presencia en el barrio. Arrancó la procesión y yo iba junto al Sr. Alcalde haciendo breves comentarios. Haciéndome el distraído, me metía a derecho en los profundos charcos de agua. D. Antolín, por no ser menos, metía sus brillantes zapatos por idéntico sitio... Poco tiempo después las calles fueron asfaltadas por orden del Excelentísimo Ayuntamiento».

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