Un hombre mata de dos tiros en Guipúzcoa al novio de su ex compañera«Muy moro para lo suyo»
JAVIER PEÑALBA JAVIER PEÑALBA
Domingo, 17 de mayo 2009, 03:07
Los dos disparos de escopeta retumbaron en la calle Urbieta, en pleno centro de Hernani. Habían transcurrido diez minutos desde que en el reloj de la Casa Consistorial hubiesen dado las seis de la mañana. Los vecinos se despertaron con el ruido. Desde sus casas vieron el cuerpo ensangrentado de un joven tendido sobre la acera, a una mujer que, presa del pánico, corría en demanda de auxilio. Y cerca de ellos, a un chico bastante corpulento que se alejaba despacio con una escopeta.
Eduardo Benítez Edu, un joven de 30 años, vecino del barrio de Zikuñaga, acababa de perder la vida. El hombre que se la había arrebatado es Sergio Oujo, de 34 años. El homicida actuó presuntamente movido por celos. En dos segundos truncó la vida del hombre con quien su ex compañera había iniciado una relación.
Testigos presenciales manifestaron que la víctima permanecía sentada en un banco acompañada de la mujer con la que había comenzado una relación afectiva y que durante varios años había sido pareja del agresor.
El ex compañero de la mujer, dejó el vehículo y salió armado con una escopeta de caza.
De pronto, sonaron los dos disparos. Tras cometer el crimen, el autor de los disparos se alejó del lugar y dejó abandonado el turismo. «Iba tranquilo, no corría. Se perdió entre las calles. No se ha sabido nada más de él», explicó un testigo.
En el lugar de los hechos se personó un equipo médico, cuyos miembros nada pudieron hacer por salvar la vida de la víctima.
El autor fue detenido a las seis y media de la tarde, en la calle Bidasoa, en Trintxerpe. Estaba desarmado, tranquilo y no opuso ninguna resistencia, según indicaron fuentes.
Vecinos del Sergio Oujo, el presunto asesino del joven hernaniarra, aseguran que se trata de un hombre violento. «En más de una ocasión le hemos sentido cómo discutía con su pareja. Y algún vez, incluso, le ha llegado a poner la mano encima», manifestó un vecino del detenido.
El acusado, según personas que le conocen, es un hombre extremadamente celoso. «Parece que su pareja estaba ya cansada de él y hace poco tiempo había cortado la relación. Sin embargo, él se resistía a dejar que se fuera con otro», comentó otro vecino. Sus propios familiares señalaron que «era muy moro para lo suyo».
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