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Exterior del edificio donde se encuentra ubicado el archivo. / ÁNGEL DEL POZO
En busca de la Fiera
VIDA Y OCIO

En busca de la Fiera

Un ser monstruoso acabó con la vida de numerosas personas y animales en la localidad de Espinar de la Sierra: ¿realidad o leyenda?

ÁNGEL DEL POZO

Miércoles, 19 de noviembre 2008, 01:56

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Fue realizando una búsqueda sobre seres mitológicos cuando me encontré por primera vez con la terrible Fiera del Espinar. Me había puesto en contacto con Jesús Callejo, prolífico escritor que es sin duda el mayor experto en España sobre seres legendarios. Con su siempre buen hacer, me envío una reseña de su imponente archivo, que decía lo siguiente: «Existe un romance que habla de 'La Fiera de Espinar de la Sierra'. Me figuro que se trata de El Espinar, en Segovia, donde apareció en la iglesia parroquial el día de San Antonio de 1847 mientras se celebraba una misa solemne. Entró la fiera e hizo una matanza en los fieles, al final es matada con una bala bendita invocando a la Virgen. Se la describe como una pantera gigantesca con el lomo cubierto de pelo.» Esta información me revelaba, algo sorprendente, se afirmaba que aquel ser monstruoso había acabado con la vida de numerosas personas y especificaba el día concreto de los hechos y el lugar.

Efectivamente realicé una búsqueda en un mapa geográfico del territorio español. Y aparecían solo dos localidades con el topónimo del Espinar. El primero ya mencionado, enclavado en la Sierra del Guadarrama y perteneciente a la provincia de Segovia. El segundo se encuentra en la provincia de Guadalajara, es un municipio de tan solo 14 habitantes.

A mi mente acudía el caso de la famosa Bestia de Gévaudan, una fiera muy real al que se le atribuye la muerte de más de 130 campesinos en los alrededores de Aveyron (Francia), a mediados del siglo XVIII. Los testimonios de los pocos testigos y supervivientes describían al animal como una bestia gigantesca de pelo rojizo con un tamaño mucho mayor que el de un lobo, con rayas negras en los cuartos traseros y una cresta de pelos largos sobre el lomo. La cola era larga y musculosa, y las mandíbulas, bien desarrolladas y llenas de dientes enormes.

Ejército francés

Este misterioso animal tuvo en jaque a cazadores, rastreadores y al propio ejercito francés (en la zona se desplegaron cuatro cuerpos de dragones de la caballería) enviados por el propio rey Luís XV, quien tomó el asunto como una cuestión de estado. Transcurrieron tres años hasta que un campesino armado abatió en Gévaudan un lobo descomunal, más grande que cualquiera de los que se podían encontrar en Francia. Poco después se mató una loba también de gran tamaño. La leyenda cuenta que los responsables de las capturas emplearon balas de plata hechas tras fundir medallas de la Virgen María. Al menos uno de los ejemplares fue llevado a París, donde llegó en un estado de putrefacción muy avanzado, lo que impidió disecarlo. Su esqueleto fue expuesto en el Museo Real de la ciudad hasta su destrucción en un incendio.

¿Estaríamos ante un caso similar al sucedido en territorio francés? o ¿sólo sería una leyenda recogida en nuestro ancestral folclore?

Conseguí hacerme con la publicación original que había recogido Jesús Callejo. Se trata de la 'Revista de Dialectología y Tradiciones Populares'. En el tomo XIV del año 1958 figura un artículo firmado por Vicente Risco, titulado 'Fieras de Romance'. En él recoge el caso de la Fiera del Espinar, añade pocos datos más sobre los hechos, comentando que: «Al cantar 'Gloria', se oyó como un huracán, entró la fiera e hizo gran matanza en los fieles, aterrorizados, continuando después sus devastaciones en el campo. Perseguida por seis milicianos a caballo, y habiendo invocado a la Virgen, el cabo, una bala hirió al monstruo, que pereció dando un silbido». Lo que si es interesante es la descripción que realiza de la fiera: «una especie de pantera de seis varas y media de largo (5 metros y medio), por cuatro y cuarta de perímetro en su cuerpo, y con el lomo cubierto de pelo». Vicente Risco comentaba la fuente de donde había extraído los datos: revista 'Alrededor del Mundo' con fecha del 22 de octubre de 1908. Justo hacía un siglo de aquella publicación, la sorpresa fue que cuando conseguí la revista no había tal artículo. Ni en el año anterior ni en el posterior. Así que tras otra exhaustiva investigación, conseguí encontrar donde estaba el error, se había bailado un numero y la revista correspondía al año 1903. Y por fin, tras varias semanas de espera y con esa emoción de encontrar un documento único, la tuve en mis manos.

Mientras tanto ya había consultado en el ayuntamiento del Espinar segoviano, donde me encontré con una amable y meticulosa investigadora: Yolanda González, responsable del archivo municipal. El tema no es conocido en esta localidad y tras prometerme una exhaustiva investigación en el archivo, me sugirió que me pusiera en contacto con el director del Archivo Histórico de Segovia. Tampoco había oído hablar nunca del caso, sin embargo me dio una suculenta pista: dado que el año de referencia era 1848, podía consultar en el Diccionario Geográfico de Madoz de 1852, los municipios con ese topónimo. Así lo hice, para descubrir que existían varias localidades con ese nombre: una granja y una masía de Valencia, una dehesa de Toledo, una aldea de Albacete, más las dos referenciadas anteriormente. Sin embargo, había que descartar ya el de Guadalajara ya que no existía iglesia parroquial en el mismo. Por tanto, suponemos que el municipio buscado no podía ser otro que el de la provincia segoviana.

'Monstruos de Romance'

Ya con la revista en mano, descubrí el origen de la peculiar historia, se trata de un articulo firmado por Miguel Medina y titulado 'Monstruos de Romance': «...en la completa colección de romances que posee el erudito D. Luís Carmena (...) entre ellos encuentro: 'Nueva relación en que se refieren las desgracias que ocasionó una horrible fiera en el pueblo de Espinar de la Sierra, el día de San Antonio de 1847'. Asegura el autor, bajo su honrada palabra, que no se trata de una conseja, sino de un hecho verídico y no forjado por ingeniosos poetas». Relata los hechos de forma corta y amena, señalando que en dicha población se celebraba la fiesta del santo patrono. La festividad de San Antonio se celebra el día 13 de junio y curiosamente en el núcleo urbano de la Estación (dentro del municipio del Espinar), se celebra esa festividad. Pero este San Antonio es el de Padua y no San Antonio Abad, cuya festividad es el 17 de enero.

Tras meses de espera, me puse en contacto de nuevo con la responsable del archivo municipal del Espinar y esta fue su respuesta: «En los catálogos de fondos no existe ningún documento relacionado con la festividad de San Antonio. Ni siquiera en el libro de 'Historia de El Espinar', cuyo autor fue D. Domingo Rodríguez de Arce. Sin embargo, en el archivo de la parroquia, se encontraba un documento que hacía referencia a las Ordenanzas de la Cofradía de San Antonio, pero ni rastro de aquellos supuestos hechos. Hay que tener en cuenta que el archivo sufrió un incendio importante». Así que ya lo ven, La Fiera del Espinar sigue siendo un misterio sin desvelar, aunque la falta de memoria histórica de los vecinos de la localidad y la escasa documentación parecen asegurar que se encuentra más cerca de la leyenda que de la terrible realidad. ¿Y usted qué opina?

castillaoculta@hotmail.com

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