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Vecinos y autoridades durante el acto inaugural de la pieza. / I. R
El miliario del Astura
BENAVENTE

El miliario del Astura

Milles de la Polvorosa recupera su pasado histórico con una réplica del resto romano que marcaba la distancia a Mérida desde el Esla en el siglo I

I. REGUILÓN

Miércoles, 1 de octubre 2008, 03:54

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Milles significa 'pueblo de la milla', en opinión del investigador y arqueólogo Virgilio Sevillano, una teoría que el hallazgo de un miliario romano en su término municipal vino a corroborar en 1985, solo veinte años después de ser lanzada.

En Milles de la Polvorosa se conoce como la milla del Priorato porque fue en el pago conocido con este nombre donde Bernardino Ferreras Martínez se encontró esta piedra cuando araba con su tractor una parcela recién nivelada. El hallazgo se produjo en el mes de julio, en una finca de Carlos Veledo Martínez situada en la margen izquierda del Esla y muy cerca del límite con Arcos de la Polvorosa.

El monolito fue extraído de una profundidad de dos metros y se dejó en el terreno. Dos meses a la intemperie fueron suficientes para que el aire y la lluvia limpiaran el barro que rodeaba la piedra, de manera que en septiembre un benaventano conocido en la zona por su afición a la arqueología, Nicasio Rodríguez Durán, no tuvo dificultades en leer la inscripción en latín que ocupaba una cara y comprender, de inmediato, que se trataba de un miliario.

Fue este investigador aficionado el que comunicó su existencia al entonces director del Museo Provincial de Zamora, donde, tras negociaciones con el dueño de la finca, fue trasladado para su conservación y exposición al público.

El miliario data del año 58 después de Cristo, momento en el que Nerón era emperador de Roma. A su figura se dedica la inscripción latina, en la que se recuerda su linaje, parentesco, así como sus títulos y preceres.

En la última línea se señala en cifras romanas la distancia desde ese punto del río Esla, entonces Astura, a Mérida, Emérita Augusta en tiempos de los romanos. 299 millas romanas, o lo que es lo mismo, 383 kilómetros.

Traducido al castellano, el texto en concreto señala 'Nerón Claudio, hijo de Claudio divinizado, nieto de Germánico César, biznieto de Tiberio César Augusto, tataranieto de Augusto Divinizado, César Augusto, vencedor de los germanos, gran pontífice, titular de su cuarta potestad tribunicia, triunfador por cuarta vez, cónsul por tercera vez, padre de la patria'.

Los estudiosos consideran que el miliario se situaba en el acceso occidental a un antiguo puente sobre el Esla que comunicaba la Vía de la Plata, situada al otro lado del Esla, con la que por esta margen del río seguía hasta Petavonium y su campamento militar, en cuyas proximidades arrancaban varias calzadas romanas, como la que comunicaba con la zona de la actual La Bañeza.

Se considera que el puente hoy desaparecido en la zona pudo ser la puerta de entrada hacia León que utilizaron las huestes sarracenas derrotadas por Alfonso III el Magno en la batalla de la Polvorosa, también conocida como de la Polvoraria, datada en el 878 después de Cristo.

El puente debió desaparecer hacia el siglo X y fue reedificado entre los siglos XI y XII por Pedro Deustamben, o Pedro Peregrino, de manera que en alguna documentación es conocido como el puente de Deustamben.

El nombre del pueblo próximo, Arcos de la Polvorosa, parece provenir también del puente, en referencia a los únicos vestigios que quedaban del puente romano inicial.

Curiosa historia que recuerda a los millesinos su lejano pasado recién recuperado. No es de extrañar que ayer todo el pueblo acudiera a la inauguración de la réplica que a partir de la piedra expuesta en el Museo de Zamora han realizado Roberto Mielgo López y José Luis Vicente González, con permiso de la Junta de Castilla y León, ya que se trata de una réplica numerada, con el número uno.

Desde ayer, la Plaza Mayor de Milles de la Polvorosa está presidida por esta pieza en la que se lee fácilmente la inscripción original y junto a ella, como en un libro de granito se cuenta la historia del miliario, para que todo el mundo comprenda tanto la importancia del mismo como de los datos que aporta.

Desde ayer, Milles de la Polvorosa recupera el origen de su nombre y da a conocer algo más de su historia. Aunque también hay que reconocerle el valor estético que la nueva pieza alcanza en el centro de un espacio de ocio.

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