Objetivo: 20.000 abonados

El ascenso a Primera, el carisma de Mendilibar y sus chicos, y las ganas de ver fútbol de Primera División tras tres años infernales obraron el milagro el verano pasado. 18.465 personas se abonaron al Real Valladolid, la segunda cifra histórica de la entidad, a sólo 97 carnés del récord. Un año más tarde, aún en Primera, sin Llorente, sin fichajes salvo el de Justo Villar y con una actualización de los precios, el objetivo es alcanzar los 20.000 abonados, con unos precios de los carnés que son, de media, los más bajos de la categoría.

Las dificultades se conocen. La primera es el precio en tiempos de crisis. La pasada temporada, los aficionados que habían apoyado al club en Segunda se beneficiaron de un descuento importante, que este año ya no se aplica. Se unifica según la tarifa que se cobró a los nuevos socios la temporada pasada. Y sobre ese precio, además, se aumenta el equivalente al IPC, un 4,5%. Se establece así el precio del carné normal, es decir, de adulto (26 a 59 años), y variable según las zonas del campo. El resultado es que el carné adulto sale entre los 261 euros de grada y los 647 de tribuna especial. A partir de ahí se calculan las demás categorías estableciendo una serie de descuentos, desde el 10% en Especial (mayores de 60 años) hasta el 80% de los infantiles (hasta 12 años).

La solución para el asunto del precio la trata de poner el club con ayuda de su principal patrocinador, Caja Duero. E incluye una medida similar a la que utilizan otros clubes, como el Atlético de Madrid. Los 18.465 abonados de la temporada pasada recibirán el carné de la 2008-2009 en su domicilio. A partir de ahí, sólo tendrán que pagarlo y activarlo en una oficina de Caja Duero, acompañándolo, eso sí, de un formulario de actualización de datos.

Datos a salvo

El asunto de los datos levantó suspicacias en los comentarios de los lectores en nortecastilla.es. Carlos Suárez respondió a las dudas a requerimiento de El Norte. «Los datos son de tratamiento exclusivo por parte del Real Valladolid», garantizó, y son «una puesta al día de los datos que ya tenemos de cada abonado». ¿La razón última? Que en un futuro se puedan poner en marcha iniciativas que necesitan de una base de datos informática fiable. Una posibilidad es imitar al 'seient lliure' del Barcelona («asiento libre»), práctica por la que los abonados ceden al club sus localidades si no van a ir al partido, éste puede venderlas y el socio percibe un porcentaje. El acuerdo con Caja Duero permite pagar el carné en diez meses sin intereses y ahorrarse 250 euros si se domicilia la nómina o la pensión. Las renovaciones, por tanto, no se atenderán en las oficinas del club, sino en las propias sucursales de la entidad financiera. De hecho, la Oficina de Atención al Abonado sólo servirá para registrar posibles incidencias, como carnés que se hayan enviado con algún dato erróneo, hasta que comiencen los cambios de asiento (11 y 12 de agosto) o las nuevas altas (a partir del 13 de agosto). Las renovaciones podrán empezar a tramitarse a partir del 7 de julio, tras recibir los carnés en los domicilios.