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Personajes y autores, junto con Ramiro Ruiz Medrano y Ángeles Porres, en la foto de familia. / MIGUEL ÁNGEL SANTOS
David Garrett ofrece un concierto en el Festival Internacional de Música junto con Daniel GortlerUn jardín de bolsilloEsquivias se «desnuda» para mostrar su Burgos natal en 'La ciudad de plata'Serrano destaca el poco arraigo del liberalismo y el gran peso de la Iglesia en la Castilla del XIX
41 FERIA DEL LIBRO41 FERIA DEL LIBRO

David Garrett ofrece un concierto en el Festival Internacional de Música junto con Daniel GortlerUn jardín de bolsilloEsquivias se «desnuda» para mostrar su Burgos natal en 'La ciudad de plata'Serrano destaca el poco arraigo del liberalismo y el gran peso de la Iglesia en la Castilla del XIX

Interpretarán obras para violín y piano de Beethoven, Grieg y Sarasate Biografiados y autores arroparon la presentación del tercer volumen de 'Personajes vallisoletanos', que traza la semblanza de 24 personalidades de la vida en la ciudadEl catedrático de Historia Contemporánea de la UVA presentó ayer 'Castilla la Vieja y León 1808-1936'

M. A. V. EL NORTE V. M. N. V. M. NIÑO

Sábado, 3 de mayo 2008, 03:03

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El violinista David Garrett y el pianista Daniel Gortler ofrecen hoy el segundo concierto del VII Festival de Música de Castilla y León. Tendrá lugar en la Sala de Cámara del Centro Cultural Miguel Delibes de Valladolid, donde interpretarán un programa que incluye en la primera parte dos obras de Beethoven, 'Sonata para piano y violín nº 10, en Sol Mayor, op. 96' y 'Romanza para violín y orquesta en Fa Mayor, op. 50' en la versión de Joseph Joachim para los dos instrumentos.

Grieg, con su 'Sonata para violín y piano nº 3, en Do menor, op. 45', y Sarasate, con 'Zigeunerweisen (aires bohemios), op. 20', protagonizarán la segunda parte del concierto.

Después de unos años sin actuar, David Garrett volvió en el 2007 a las salas de conciertos y desde entonces ha recorrido varios países europeos, además de Brasil y Japón, con orquestas como la Nacional de Lyon o la Filarmónica de Luxemburgo. El pasado febrero acompañó a la de Cámara de Israel en una gira por Estados Unidos.

Además, el artista, que acaba de grabar un disco para Decca, 'Free', en el que ha incluido composiciones personales de piezas y melodías que han marcado su vida', suele colaborar con pianistas, entre ellos el israelí Daniel Gortler, quien ha tocado como solista con numerosas orquestas.

Gortler, que se dedica también a la música de cámara, debutó en Nueva York en 1998 y ha grabado varios discos. El actor Emilio Laguna recordó unos versos de Gabriel Celaya para demostrar que los 24 'Personajes vallisoletanos' que incluye el tercer volumen de la colección editada por la Diputación son artistas. Y lo son, afirmó el intérprete, «porque su obra llega a los demás, a los que ofrecen algo bello». Aclaró después que hay muchas maneras y muy diferentes de hacer arte y demostró el suyo al contar con humor una anécdota de su vida sobre el escenario.

Recordó Laguna su Valladolid de siempre, a la que quiere volver definitivamente. Por eso, como en la canción de Jorge Negrete, pidió que cuando le llegue la hora en cualquier lugar del mundo, «que digan que estoy dormido y que me traigan aquí».

El actor es uno de los personajes del libro y el único que ha escrito de sí mismo, porque dice -con razón- que es quien mejor se conoce. Otro de ellos es Luis Miguel Enciso, historiador, profesor y académico, quien, también en nombre de todos ellos, afirmó que el volumen traza la historia de la ciudad a través de las personas. «Qué gente tan diversa los representantes del alma y el cuerpo de Valladolid», dijo, para explicar luego que la primera «es reirse de sí misma y después ofrecerse a los demás»,

Añadió Enciso, cuya biografía ha trazado Luis Ribot, que Valladolid representa la síntesis de los castellano y leonés, «la esencia de las Españas», y que su historia es universal, «un hito en Europa y el mundo». Recordó que la vida son diez minutos, seguidos de otros diez, temporalidad y eternidad, y manifestó su orgullo de ser vallisoletano, «como tributo de amor y entrega a esta manera de ser».

Del arte al deporte

Actor e historiador hablaron en nombre de los personajes del libro, algunos ya desaparecidos, como Benigno de la Vega-Inclán, Demetrio Ramos, Elvira de Medina Castro, Jesús Fragoso del Toro, José Luis Capitaine, María Teresa Yñigo de Toro, Gerardo Coque, Leopoldo Cano y Fernando Altés Bustelo, que fue hasta su muerte director de EL NORTE DE CASTILLA.

Otros de los artistas, actores, escritores, profesores, deportistas, historiadores, toreros o periodistas que protagonizan el libro acudieron al acto, como Eloísa García de Wattenberg, David Luguillano, Godofredo Garabito, Mayte Martínez, Javier Pérez Pellón o Manolo Sánchez, y algunos, por diversos motivos, justificaron su ausencia.

Completan la lista de personajes Aurora Bautista, Ana Jiménez, Emilio Gutiérrez Caba, Félix Antonio González -pintor, escritor y periodista de EL NORTE-, Félix Cano, Javier Pérez Pellón -autor de su propia semblanza junto con Raúl del Pozo-, Luis Laforga y Roberto Domínguez.

También asistieron los autores. entre ellos Julia Ara, Javier Burrieza, Eloísa Wattenberg, César Mata, Ramón Bocos, Tomas Hoyas, María Aurora Viloria y Fernando do Herrero -periodista y crítico de EL NORTE-, Carmen Cazurro, Enrique Berzal, Santos García Catalán, Teresa Ortega Coca, Paz Altés, Luis Ribot, José Miguel Ortega, José María de Campos, Emilio de la Fuente y José Delfín Val, coordinador del volumen, quien hizo la presentación en un acto presidido por Ramiro Ruiz Medrano, presidente de la Diputación, y Ángeles Porres, concejala de Educación.

Ruiz Medrano recordó que la política cultural de la Diputación considera prioritaria la defensa y recuperación del patrimonio artístico, literario y lingüístico, como una realidad irremplazable y señas de identidad. «He descubierto al escribirlo que, así como no me cuesta nada disfrazarme en mis personajes, sí me cuesta desnudarme. En este libro me quito el disfraz de escritor y soy el personaje», explicaba ayer Óscar Esquivias (Burgos, 1972). «Me he dado cuenta de que me gusta hablar más de los demás que de mí mismo», dice el autor de 'La ciudad de plata', una personal guía por su ciudad natal en la colección Pasaje de las Letras. Esquivias sucede así a Gustavo Martín Garzo, Luciano G. Egido o Xuan Bello que hicieron lo propio con Valladolid, Salamanca y Oviedo, y precede a Juaristi y Tusquets que escribirán de Bilbao y Barcelona, respectivamente.

A modo de miscelánea, el escritor burgalés desgrana impresiones, recuerdos, descripciones, de una ciudad que descubre desde su condición de «chico de barrio». «Vivía en Gamonal, a tres kilómetros del centro de Burgos. Y aunque no estaba muy lejos, ir allí suponía una larga caminata que no emprendíamos frecuentemente», cuenta el autor de la trilogía 'dantesca' que cerró con 'Viene la noche'.

La ciudad, «desde esa perspectiva de extrarradio», la descubrió a la vez que cambiaba el exotismo de las novelas juveniles por los escenarios urbanos de escritores como Dostoievski o Pavesse.

En esas calles de piedra e historia arranca con el recuerdo del matrimonio acordado para la enamorada Juana, La Loca después, y el hermoso Felipe. Y en su «personal recorrido», del que deja constancia como pintor/escritor en bocetos, retratos, postales y escenas, aborda la ciudad «de la vivencia cotidiana, esa en la que suena los despertadores por la mañana y la gente tiene que ir a trabajar». Y así como se vive distinto un espacio que se visita por su riqueza monumental del que se frecuenta por los vínculos sentimentales, Esquivias quiere ser para el lector «como ese amigo con el que compartes rincones y lugares que no vienen en las guías».

El narrador, que acaba de publicar la novela juvenil 'Etienne, el traidor', estuvo acompañado por la editora Lola Benavides y el filólogo y profesor de la Universidad de Valladolid, Pedro Ojeda. El volumen está ilustrado con las fotografías en blanco y negro de Asís G. Ayerbe, que muestran una ciudad la mayor parte de las veces vacía, presta a ser ocupada por la vivencia de cada lector.La historiografía regional ha cumplido 25 años. Nacida con el Estatuto de Autonomía en 1982 padeció el oportunismo para conocer luego «una evolución sin parangón», según explicaba ayer el catedrático de la Universidad de Salamanca Mariano Esteban de Vega. Y recordaba así aquel congreso de historia de Castilla y León en Valladolid y la primera plasmación editorial en Ámbito, antes de presentar uno de los exponentes de esa evolución, la última obra de su colega vallisoletano Rafael Serrano García.

El catedrático de historia contemporánea de la UVA ha publicado una síntesis de la Castilla decimonónica hasta la Guerra Civil. 'Castilla la Vieja y León 1080-1936', editado por la Consejería de Cultura en su colección de Historia, es el resultado de muchos años de docencia e investigación de este experto en el Sexenio Revolucionario. Esteban de Vega resumía en tres las interpretaciones de Serrano sobre este periodo. «El escaso arraigo de las ideologías liberales y de las políticas asociadas al republicanismo o el socialismo y el dominio de la Iglesia, por un lado. Luego el capitalismo agrario y un modelo económico que ha tenido un alto coste demográfico y económico. Y por último, un regionalismo a la defensiva».

Poca tradición política

Por su parte Serrano singulariza ese tiempo en Castilla y León en la economía elegida y en la reticencia a la política. «Es muy destacable la concentración excesiva y peligrosa en el cultivo del trigo y la fabricación de harina. Que la economía regional dependiera demasiado de un sólo producto y de un cultivo al que la tierra no se adecuaba ecológicamente no era bueno. Se alimentó una demanda de protección estatal excesiva y éso está en la base del conflicto con Cataluña», explica el autor de 'La Revolución de 1868 en Castilla y León'. «Por otro lado, en la región tuvo un peso excesivo la Iglesia católica y los notables tuvieron la habilidad de lograr que gran parte del campesinado se encuadrara en las organizaciones que canalizaron la acción colectiva en el campo en el primer tercio del XX. Eso explica muchas cosas de las que ocurren en la II República. Estas ideologías de progreso calan poco y se nota aún ahora». Serrano espera dar continuidad a su Historia regional desde 1936 hasta los ochenta. «Lo que habría que interrogarse es si ese pasado determina la actitud de los castellanoleoneses ante la política. Creo que sigue habiendo elementos de continuidad. No me refiero sólo a la tendencia conservadora dominante, que tendrá ligazón con el voto a la CEDA, sino a las actitudes una mirada muy negativa hacia la política y los valores políticos -la tolerancia, el pluralismo, la participación-. Se sigue viendo con prevención y creo que procede de esta época en que se produce el primer contacto con la modernidad».

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