El municipio soriano de Langa de Duero reclama una vía verde
Se reutilizaría el antiguo carril del tren y las estaciones, que están en muy buen estado de conservación
ANDREA DÍEZ
Domingo, 17 de febrero 2008, 01:54
El primer edil de Langa de Duero, Constantino de Pablo, apuesta por la recuperación de la antigua vía de tren Valladolid-Ariza que atraviesa la provincia de Soria para potenciar el turismo en la provincia. Se trata de una vía de 240 kilómetros que podría transformarse en vía verde «a través de las comunicaciones viene la cultura, la riqueza, creo que debemos aprovechar nuestro entorno», explicó.
Según informó de Pablo, la mayoría de las estaciones se encuentran en buen estado de conservación y muchas de ellas se han transformado en alojamientos de turismo rural que han dado buenos resultados hasta la fecha, «sería ideal poder realizar una ruta en bicicleta o a caballo por una zona que discurre por varios puntos Denominación de Origen Ribera del Duero».
En este sentido, apeló a la colaboración del resto de municipios de la zona por los que pasa el antiguo carril, como San Esteban de Gormaz, El Burgo de Osma, Berlanga y también Almazán. Por este motivo, insistió en que «hay que solicitar al Ministerio de Fomento que actúe y lo recupere», señaló. Asimismo recordó que algunos puntos de la vía son atravesados por la N-122, algo que no supondría un problema «cuando se construya la Autovía del Duero, ya que esta carretera no tendrá prácticamente tráfico y por lo tanto será compatible», señaló el primer edil de Langa de Duero.
Escaso gasto
Además, afirmó que el coste de transformación en vía verde no supondrá grandes inversiones, «los puentes por los que pasa están en perfecto estado y sólo habría que hacer una limpieza de los raíles y de los laterales». Constantino de Pablo explicó que sólo será necesario colocar las señalizaciones oportunas. El primer edil del municipio explicó que actuaciones en este sentido «ayudarán a potenciar el turismo». Además, el alcalde quiso hacer un llamamiento a los empresarios para que inviertan en Langa, que a pesar de haber sido declarado Bien de Interés Cultural en agosto del 2006 «no hemos notado grandes cambios, hacen falta hoteles y restaurantes para los visitantes puedan disfrutar del municipio y de su entorno».
