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Nagy y Gal bloquean a Rubén Garabaya en el primer partido de España en el Europeo. / A. KISBENEDEK-AFP
Bielorrusia, primera final de España
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Bielorrusia, primera final de España

La plantilla reconoce que ante Hungría jugaron el peor partido de la 'era Pastor' y apelan a la unidad para no volver a fallar

ARIS GONZÁLEZ

Sábado, 19 de enero 2008, 01:29

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El partido de Hungría ha dejado secuelas entre los internacionales españoles, pero sobre todo ha invitado a la reflexión, en un día que se ha eternizado, reviviendo el mal partido realizado en el debut. Sin embargo, la lectura que ha salido del grupo ha sido positiva; reconocen que el encuentro ha sido, con mucha diferencia, el peor de todos los de la 'era Pastor', pero es un mal comienzo que obligará alcanzar el nivel óptimo desde el próximo choque, si se pretende optar al título continental. Incluso el transcurrir del día ha sido extraño. Desayuno tarde, comida pronto, entrenamiento de 14:30 a 16:00, gimnasio,

Juan Carlos Pastor tenía previsto ver el vídeo a última hora de la tarde, pero, técnicos y jugadores han preferido visionarlo por la mañana y aprovechar el entrenamiento para corregir los errores frente de los húngaros. Al principio de la sesión, la consigna del seleccionador al grupo ha incidido en hacer lo de siempre: «Jugar como sabemos jugar, como hemos demostrado en la preparación de este campeonato, y ahora recuperarnos tras el tropiezo y levantarnos; esto es deporte». Hay que dar total confianza en todos y cada uno de los jugadores.

Pastor se ha dirigido a cada uno de los 16 jugadores, en charlas que no han superado el minuto y medio, y en las que han dialogado sobre lo ocurrido y la necesidad de superar el escollo que supone perder ante uno de los equipos que no parte como favorito, e impide volver a fallar. Hombrados se ha ejercitado con total normalidad, mejorando notablemente de las molestias en el arco inguinal.

Pastor quiso esperar al partido de Hungría y el entrenamiento de ayer para ver la evolución de Hombrados, y al proseguir la mejoría, España cierra la lista de 16 con Ruesga. El asturiano, que verá así cumplido el deseo de debutar oficialmente en una gran competición, se ejercitó con mucha intensidad. Su entrada podría dejar fuera a Alberto Entrerríos.

Más carácter

El seleccionador nacional reconoció que el de Hungría ha sido el peor partido con mucha diferencia: «Los jugadores entraron en la dinámica de la memoria, pero cuando ves que no llegas a ponerte por delante en el marcador, sigues fallando, y se te comienzan a ir en el marcador, adviertes que no vas a ganar, y tu mente sigue pensando en cómo se ha podido fallar».

La lectura posterior pasa porque ya sólo vale ganar. «No podemos perder ya ningún partido, es la realidad, el margen de error ya lo hemos cubierto con la derrota ante Hungría. Debemos ganar todos los encuentros que nos quedan en la primera fase, y como mucho empatar uno en la segunda», explicó Pastor, si España quiere acceder a las semifinales. «Debemos recuperar la identidad propia perdida ante los magiares y volver a demostrar lo que hemos llevado a cabo durante la preparación de este Europeo».

Por su parte, Rubén Garabaya, uno de los pocos destacados contra Hungría con ocho goles, reconocía que el mensaje recibido tras la derrota es que ya no se puede fallar. «Debemos seguir trabajando para lograr el objetivo que nos hemos marcado. Sólo podemos mirar hacia delante y olvidar y corregir cuanto antes lo acaecido frente a Hungría», apuntó el asturiano.

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