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Carlos Muñiz posa para la entrevista. / J. S.
«El fútbol sala español no tiene el reconocimiento que se merece»
CARLOS MUÑIZ 'CHARLY' JUGADOR DEL MÓSTOLES

«El fútbol sala español no tiene el reconocimiento que se merece»

Este benaventano ha pasado en un tiempo récord de no haber tocado un balón a estar en División de Honor

JUANMA DE SAÁ

Miércoles, 26 de diciembre 2007, 12:20

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Carlos sigue prefiriendo que le llamen 'Charly' y puede presumir de seguir siendo el mismo que hace un lustro, antes de empezar a vivir la aventura del deporte nacional en la alta competición. Este benaventano de 22 años se acercó pronto al fútbol pero ha sido el fútbol sala la actividad que cambió su vida por completo, pasando en un tiempo récord de prácticamente no haber pisado un balón a hacerse un hueco, con sólo 17 años, en la exigente División de Honor española, una de las de mayor nivel del mundo. Charly, que marcó cuatro goles en las tres primeras jornadas de esta liga, se reconoce afortunado, mide pausadamente las palabras y sonríe con frecuencia mientras recuerda un pasado que se le antoja muy cercano.

-¿Qué tal le tratan en tierras madrileñas?

-(Sonríe). Me encuentro muy a gusto en Madrid y ahora estoy en un buen momento, procurando aprovechar las oportunidades que tengo en el Móstoles.

-¿Cómo fue su primer gol en División de Honor?

-Una alegría total. Fue al Gutarra de Navarra. Es un peso que te quitas de encima porque ya llevas bastante tiempo buscándolo y, aunque ha tardado en llegar, más vale tarde que nunca. Ellos sacaron al portero jugador y al contraataque me quedé solo y la empujé a puerta vacía. Los compañeros se han portado muy bien conmigo y me felicitaron por haber marcado mi primer gol en División de Honor.

-¿Ha tenido tiempo para asimilar todo lo que ha ocurrido en estos últimos cinco años?

-La verdad es que han pasado muchas cosas porque hace sólo unos pocos años estaba prácticamente empezando en el fútbol sala. Fue un salto muy grande pasar a jugar en Benavente a Primera A casi al empezar en esto y, en mi segundo año, estar ya jugando en División de Honor contra figuras mundiales de este deporte. Noté mucho el cambio y, después, he tenido la oportunidad de jugar dos años en División de Plata, cedido al Pinto, lo que ha permitido coger experiencia y jugar muchos minutos.

-No son muchos los jugadores que destacan tan jóvenes y de una manera tan fulgurante en el fútbol sala.

-Hombre, en mi equipo, por ejemplo, está Javi Limones, una de las mayores figuras en el deporte nacional. Él empezó con 15 años aunque también reconoce que antes era más sencillo acceder a esta categoría. Ahora hay muchos extranjeros y el nivel cada vez es más alto, así que es más difícil hacerse un hueco.

-Ahora está jugando entre 15 y 20 minutos por partido con el Móstoles.

-Sí. Antonio Santa está contando conmigo. La baja de algunos brasileños me ha llevado a jugar bastantes minutos y estoy intentando aprovechar lo mejor posible esta oportunidad.

-¿Qué sintió la primera vez que intentó marcarle un gol a Luis Amado, considerado el mejor portero del mundo?

-Frustración (Risas). Las para casi todas y meterle un gol es muy difícil. He conseguido marcarle un par de goles en partidos amistosos pero todavía no lo he hecho en competición. He dispuesto de bastantes ocasiones pero siempre las para. Entre los jugadores se comenta que si vas en un uno contra uno teniendo delante a Luis Amado, es mejor pasar la pelota hacia atrás. (Sonríe). Impone mucho pero es uno más.

-¿Por qué piensa que el fútbol sala español, siendo uno de los deportes que más reconocimiento mundial ha conseguido, no recibe más atención por parte del público y de los medios?

-No lo sé. La verdad es que los logros deportivos de nuestro fútbol sala son increíbles. Recientemente, la selección nacional ha quedado campeona de Europa y lo ha sido dos veces del mundo. El fútbol sala es el que más fichas federativas tiene pero no ha recibido el reconocimiento que merece. Ni siquiera es deporte olímpico todavía pero habrá que tener paciencia.

-¿Qué pasó para que no pudiera ir convocado con la selección sub 21 al Torneo Internacional de San Petersburgo?

-(Sacude lentamente la cabeza). El lío está en que en muchas páginas de Internet viene mal mi año de nacimiento y el seleccionador pensó que yo era de 1986. Les insistí, diciéndoles que este año cumplía los 22. Me resultaba extraño que pudiendo convocar a gente de la edad me llamasen a mí pero en la Federación dijeron que todo estaba bien, sacaron la lista en la página web y hasta enviaron mi pasaporte a Rusia, que fue donde lo echaron para atrás. Ha sido una lástima porque era una buena oportunidad para ser internacional. Me habría gustado mucho y ahora tengo que seguir trabajando con las mismas ganas. Por cierto, quiero felicitar a Marcos Vara, que ahora mismo es el jugador benaventano más en alza por el título conseguido en San Petersburgo.

-¿Confía en llegar a ser internacional absoluto algún día?

-Bueno, la verdad es que eso es muy complicado pero voy a esforzarme con todas mis ganas para seguir mejorando y esperar que lleguen otras oportunidades.

-¿Cuánto tiempo espera aguantar en la alta competición?

-Todo el que sea posible. No sé si podré llegar en las mejores condiciones a una edad avanzada en este deporte, aunque es verdad que hay gente talluda, porque la experiencia es muy importante. Yo procuraré aguantar todo lo que pueda y aprovechar la juventud e intentar progresar hasta donde llegue. Lo que está claro es que, con el tiempo, tendrá que haber un cambio generacional porque la selección española tiene una media de edad bastante alta. La única forma de intentar estar ahí es con trabajo, trabajo y más trabajo.

-¿Cómo le van los estudios en la Facultad de Ciencias de la Educación Física y del Deporte?

-Lo intento compatibilizar lo mejor posible aunque este año lo tengo más difícil porque entrenamos tres o cuatro mañanas por semana. Lo intento sacar poco a poco.

-¿A quién ve cuando mira hacia atrás en el tiempo?

-A mucha gente que me ha apoyado. Parece que fue ayer cuando estaba jugando al fútbol con los amigos de mi peña en La Rosaleda. Yo he tenido mucha suerte porque estuve en el sitio adecuado en el momento adecuado. La persona de Ramón Coomonte fue fundamental porque me dio la oportunidad de jugar el fútbol sala en Nacional A y me dio a conocer en el ámbito nacional. No sé si fue una apuesta arriesgada porque cuando llegué a Móstoles no me conocía nadie y con el empujón de Ramón Coomonte me recibieron con los brazos abiertos. Yo llevaba un año jugando al fútbol sala y todo fue muy rápido.

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