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Laura supera a dos rivales. / G. VILLAMIL
El Valladolid FSF tira de orgullo y fuerza para remontar y vencer
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El Valladolid FSF tira de orgullo y fuerza para remontar y vencer

Las blancas sufrieron mucho para doblegar a un rival muy ordenado y ya son terceras

SERGIO G. SASETA

Lunes, 24 de diciembre 2007, 02:07

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Vale que jugar bonito, rápido y ganar los partidos paseando por la cancha es lo mejor. Pero, a veces, el rival que te toca parece haberse comprado una colección de DVD con tus mejores momentos y con tus armas ofensivas y defensivas. Entonces sólo queda usar el orgullo y la fuerza.

Esto es lo que le sucedió al Valladolid FSF frente al Kupsa Teccan Logroño. Las vallisoletanas se vieron sorprendidas en la primera mitad por un rival que saltó al parquet del Fernández Valderrama con la pocima mágica que anuló por completo la campacidad ofensiva de las vallisoletanas. Ni Rosangela, ni Laura eran capaces de zafarse de las pegajosas jugadoras rojanas.

Daba lo mismo como lo intentaran, por banda, por el centro o con pases largos. El balón tenía vida propia y siempre acababa en los pies de las visitantes, que mostraron una muy buena imagen. Tanto es así, que en el minuto 14 lanzaron una contra de manual en la que María cedió el balón a Bárbara para que esta rematara a placer al fondo de la red y estableciera el 0-1.

Sin opciones

La reacción no se hizo esperar, pero fue como uno de esos petardos de baja intensidad. Mucho sonido en un segundo y, después, humo. La situación no había cambiado. El Valladolid estaba bloqueado y lo peor era que no parecía encontrar el medio para arrancar y conseguir que el balón circulara en vertical y no en horizontal.

Las visitantes: cómodas. Iban ganando, no pasaban apuros y su defensa en rombo 1-2-1 no les diluía físicamente. Pero llegó el descanso y el punto de inflexión.

Tras la reanudación, se intuía que el Valladolid FSF era otra cosa. Mucho más viva y agresiva. Peligrosa. Como esos cohetes navideños que primero silban y después explotan y despiertan a la calle.

Una vez que las blancas subieron el cuentarrevoluciones, todo cambió. En ocho minutos, dieron la vuelta al marcador y entonces si que parecía que la victoria estaba segura. Pero de nuevo, las de Logroño se reactivaron apoyadas por su afición, muy intensa y en ocasiones provocadora, y llegaron a empatar el choque a tres goles.

esto tocó la moral de las vallisoletanas que en el minuto 35 se adelantaban con un gol de Laura.

Después, se defendieron con uñas y dientes. Además en la penúltima jugada del partido contaron con la ayuda del palo. Victoria trabajada.

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