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Un sueño con amargo despertar
| BALONCESTO | GRUPO CAPITOL-IURBENTIA BILBAO

Un sueño con amargo despertar

La reiteración de pérdidas de balón y fallos en ataque condenan al Grupo Capitol ante un Iurbentia que confirmó su gran momento

ALFREDO J. GÓMEZ

Domingo, 16 de diciembre 2007, 01:19

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La flauta ni siquiera tuvo la oportunidad de sonar en los segundos finales. Si en los dos anteriores partidos, el Grupo Capitol fue capaz de ganar en el último suspiro, esta vez el sueño del equipo vallisoletano por tener opciones de jugar la Copa del Rey acabó en un amargo despertar. La reiteración en las pérdidas de balón y los fallos en ataque en los dos últimos cuartos acabó con las esperanzas del conjunto de Javier Imbroda ante un Iurbentia de Bilbao que se confirmó como el equipo revelación de la Liga ACB. Un amargo despertar para un grupo que ahora deberá aplicarse en la terapia recuperadora a base de partidos, de intentos y de victorias, la única solución para salir de la tristeza que siempre significa una derrota.

Había expectación por ver la gran batalla de las zonas entre el Grupo Capitol y el Iurbentia de Bilbao con Bud Eley y Frederic Weis como principales protagonistas. Y el inicio del partido no defraudó a los que esperaban ese choque de gigantes. En la primera jugada, Weis machacó el aro, pero inmediatamente Eley se tomó la venganza con un impresionante tapón al jugador del equipo vasco.

El pique alcanzaba niveles preocupantes cuando Eley se encaró con un árbitro para reclamar una falta de su rival y se llevó una técnica. Imbroda le mandó al banquillo y Boddicker tomó el relevo a base de triples para dar al Grupo capitol las primeras ventajas en el marcador.

El técnico del equipo vallisoletano optó por dos jugadores bajos para sacar rápidamente el balón y el Iurbentia no encontraba la medida para avanzar en su juego. Con 18-15 en el marcador acabó el primer cuarto.

En el segundo cuarto, el Grupo capitol mantuvo su buena lectura defensiva y obligaba a su rival a tiros forzados y malas decisiones en general. Pese a disfrutar de cuatro puntos de ventaja (24-20), los errores en ataque no dejaron que el equipo pudiese caminar más cómodo y el Iurbentia fue recuperando el terreno hasta ponerse por delante, aunque la reacción de Yebra, el regreso de Eley y los puntos de Pakamanis llevaron nuevamente arriba al Grupo Capitol con la mayor ventaja del partido (37-31).

Peor tras el descanso

El descanso no le sentó nada bien a los jugadores del equipo vallisoletano. Entre la alocada dirección de Corrales, los errores en los lanzamientos a canasta y las pérdidas de balón, el partido entró en una igualdad técnica que también tuvo reflejo en el marcador con sucesivos empates. Gomis fue el arma que Imbroda empeló para desestabilizar a un equipo bilbaíno que ya empezaba a apretar muchísimo en defensa y a descomponer los planes ofensivos de un desacertado Grupo Capitol. Con un inquietante 55-55 se llegaba al último y definitivo cuarto.

Donde se ven los equipos ganadores es cuando llega la hora de la verdad y se deciden los partidos. El Grupo Capitol se había movido como pez en el agua jugando al límite, pero esta vez apenas tuvo la oportunidad de hacer su sueño realidad.

Además, esta vez se encontró con un jugador como Marcelinho Huertas que envió dentro del aro todo lo que lanzaba desde los tiros libres. A diferencia de Norris, en el partido ante el Gran Canaria, el brasileño dirigió al equipo con maestría, aprovechó las lagunas defensivas vallisoletanas y sentenció con sangre fría y sin dar opción a la remontada.

Ni siquiera la excesiva meticulosidad del árbitro Sánchez Monserrat hacia Corrales en la última posesión del Grupo Capitol puede considerarse como decisiva, aunque se tratara de los segundos finales. Ganó el mejor, ganó el Iurbentia de Bilbao por méritos propios.

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