Tres temas claros

TRES cosas quedaron bien claras en el partido de Bolonia. La primera que la defensa 5-1 que practica el BM Valladolid tiene que contar con hombres que la conozcan al dedillo y, hoy por hoy, las ausencias de Asier y Víctor y la presencia de hombres nuevos provocan enormes agujeros que los rivales, aunque sean del nivel de los italianos, saben aprovechar.

La segunda cuestión es que el BM Valladolid parece entrar en los partidos a un 40% de su potencial, como si no fuera con ellos. El relajamiento o bien la falta de tensión en los primeros minutos o incluso la famosa ansiedad de querer hacerlo bien o quizás el embrollo mental que tienen algunos jugadores con los sistemas, lo cierto es que generalmente se desaprovechan quince o veinte minutos de partido en beneficio del rival. Ante el Bologna o el Teka son recuperables; ante el Ademar o un rival de mayor entidad, es un suicidio.

Y por último, el partido de Bolonia ha constatado que la gente del banquillo, los habituales reservas, están esperando como agua de mayo su oportunidad, y en el caso de Bilbija, su debut de verdad, y no es cuestión de meter prisa.