Cincuenta empresas han reservado terrenos en el polígono de Villabrázaro

Villabrázaro concluirá el año 2007 con un viejo sueño cumplido, la puesta en marcha del polígono industrial, construido en el nudo de comunicaciones de la autovía A-6 con la A-52 y la A-66. Doscientas hectáreas de terreno rústico se han convertido en suelo industrial, en el que ya se levantan las cuatro primeras naves de una empresa dedicada al almacenado de patatas.

Es la primera de las más de cincuenta que tienen reservado terreno y que empezarán la construcción de naves a principios del próximo año. La demanda es tan grande que ya están reservadas casi ochenta hectáreas, al menos dos de ellas para grandes industrias. «Agrovalles, una empresa que ya cuenta con almacén de patatas en Quiruelas, ha solicitado permiso para empezar la construcción de sus naves cuanto antes, de manera que cuando el polígono industrial entre en funcionamiento puedan tener todo dispuesto para iniciar su actividad», explicó el alcalde de Villabrázaro, José Porras, quien informa que son cinco las naves que esta firma tiene previsto construir, de las que cuatro ya están prácticamente terminadas.

La empresa ocupa una superficie aproximada de 7.000 metros cuadrados en el punto más visible del nuevo polígono industrial desde las autovías.

La actividad no podrá comenzar hasta que no se haya entregado la obra de urbanización del polígono y se den las licencias para comenzar a trabajar, aunque no falta demasiado, ya que se prevé que a finales de año la primera fase del recinto esté disponible para empezar a desarrollarse y que en el plazo de uno o dos años se haya completado.

De hecho, las empresas firman un contrato por el que se comprometen a realizar la inversión en un plazo máximo de tres años y en un período de diez no pueden cesar en la actividad, una medida que trata de evitar las especulaciones con el terreno y conseguir que las empresas que se instalen supongan una fuente de desarrollo para la zona.

Las empresas interesadas en adquirir terrenos han firmado una cláusula de confidencialidad, por lo que no hay información respecto a las industrias que tienen previsto instalarse, aunque sí sobre el número, que según el alcalde de Villabrázaro supera ya el medio centenar. Eso supone que antes de completar la primera fase del polígono ya está comprometido el terreno en fase de urbanizacion en el cien por cien.

Se trata de un polígono no especializado en el que se ha previsto la instalación de todo tipo de empresas, y para ello se han ofertado parcelas de diferentes dimensiones para dar cabida a pequeñas y medianas empresas. Así, habrá firmas dedicadas al almacenaje, actividades relacionadas con la distribución, pero también a la producción en cadena.

Aunque no puede revelar los nombres, el alcalde habla de al menos de dos industrias grandes. Eso supone que en el momento en el que el polígono industrial haya alcanzado el máximo nivel de actividad se habrán creado en la zona más de mil puestos de trabajo.

Traslados

No todas las empresas serán de nueva creación, ya que entre los solicitantes de terreno se encuentran firmas que ya tienen actividades abiertas en la comarca benaventana pero que se trasladan a Villabrázaro con la intención de mejorar o ampliar sus instalaciones. A éstas habrá que sumar otras empresas procedentes de zonas más lejanas y que han optado por esta zona para su implantación.

Para ello, han tenido en cuenta dos cuestiones fundamentales: el nudo de comunicaciones y la visibilidad desde todos los puntos, por un lado, y el precio del suelo, por otro. Las parcelas de mil metros cuadrados, las de menor tamaño, se pagan a precios de entre 80 y 85 euros el metro cuadrado, dependiendo también de su ubicación en el plano.

Cuando las parcelas tienen una superficie de 3.000 metros cuadrados, el precio de la parcela ronda entre los 68 y 71 euros el metro cuadrado. Pero si la empresa precisa una superficie de entre 10.000 y 20.000 metros cuadrados, entonces el precio desciende hasta 35 euros el metro cuadrado.

No es de extrañar la preferencia por Villabrázaro si se tiene en cuenta que el precio de suelo industrial a menos de diez kilómetros, en Benavente, supera los 240 euros el metro cuadrado.