El TAV cruza por primera vez los túneles de Guadarrama en un viaje de prueba

El Tren de Alta Velocidad ya puede circular por las entrañas de la sierra de Guadarrama. Una máquina que Adif utiliza para pruebas cruzó ayer por primera vez los túneles que atraviesan el macizo montañoso que separa Madrid y Castilla y León. Y lo hizo en un viaje organizado por los responsables de Adif para mostrar a la ministra de Fomento, Magdalena Álvarez, la marcha de los trabajos correspondientes a las instalaciones no ferroviarias de seguridad y protección civil que se están desarrollando en el interior de los túneles, y confirmar que se mantiene para el 22 de diciembre próximo la fecha de inauguración de la línea de Alta Velocidad Madrid-Segovia-Valladolid anunciada hace unas semanas por el propio presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero.

La ministra se subió al tren de prueba en el puesto de Adelantamiento y Estacionamiento de Trenes de Soto del Real (Madrid) y se bajó en la nueva estación de Segovia, cuyas instalaciones están a falta de detalles y remates para poder ser utilizadas. La máquina circuló a una media de 120 kilómetros por hora para un trayecto de 30 kilómetros de longitud, los que hay entre Soto del Real y Segovia. Hacia la mitad del trayecto, el convoy se detuvo para que Álvarez pudiera visitar la sala de emergencia construida en medio de los túneles. Allí, en el interior de la cordillera central, la ministra declaró que la línea entre Madrid y Valladolid «es el primer paso para conectar el sur y el norte de España por alta velocidad» y reducir así los tiempos de viaje por ferrocarril con las comunidades de Castilla y León, Galicia, Asturias, Cantabria y el País Vasco.

Magdalena Álvarez, que estuvo acompañada en todo momento por el presidente de Adif, Antonio González Marín, subrayó que sólo la longitud de los túneles «ya demuestra su importancia», y agradeció a todas las empresas y trabajadores la labor desarrollada durante cinco años en la construcción de una obra «que ahora podemos ver terminada».

El tramo de los túneles está casi terminado, a un 97% de ejecución para ser exactos, según informaron fuentes de Adif, el ente administrador de infraestructuras ferroviarias dependiente del Ministerio de Fomento. La vía está instalada en su totalidad y actualmente se procede a su electrificación, señalización y comunicaciones, tanto en el interior como en el exterior de los túneles. En ellos también se está ultimando la colocación de las instalaciones de seguridad y protección civil.

El trazado de los túneles discurre entre el término municipal de Miraflores de la Sierra (Madrid) y las inmediaciones de la capital segoviana. Desde el lado de Madrid, arrancan a una altitud de 998 metros y alcanzan una cota máxima de 1.200 metros. El recubrimiento máximo sobre la bóveda del túnel se produce justamente debajo del Pico de Peñalara, con una altura de 992 metros.

Ambos túneles se componen de dos tubos paralelos de 28,4 kilómetros de longitud cada uno de ellos. Se trata del cuarto túnel más largo de Europa y el quinto del mundo. El coste de su ejecución ha superado los 1.200 millones de euros. Tal y como pudo comprobar ayer la ministra de Fomento, los tubos de cada túnel se encuentran conectados por galerías de emergencia situadas cada 250 metros. Además, disponen de una sala de emergencia de 500 metros de longitud, equidistante de las bocas y con capacidad para albergar a 1.200 personas en caso de que haya que procederse a una evacuación. A esta sala se accede a través de las galerías de emergencia o seguridad.

Cinco años

La técnica que se ha empleado para la perforación de la sierra de Guadarrama convierte a los túneles en una referencia. Como se recordará, para su excavación se utilizaron cuatro tuneladoras, dos para cada vertiente de la sierra. La perforación se inició el 28 de septiembre del 2002, hace casi cinco años. El calado del tubo este se realizó el 5 de mayo del 2005 y el del tubo oeste, el 1 de junio de ese mismo año. En las obras de construcción han llegado a trabajar a la vez cuatro mil personas.

Otro de los elementos singulares que presenta el tramo de 30 kilómetros que recorrió ayer la ministra es el viaducto de Majalahíta, en la Comunidad de Madrid. El puente sobre el que se desliza el TAV tiene una longitud de 702 metros distribuidos en 15 pilas y 16 vanos, con unas luces de 36 metros y 45 metros. La altura máxima de las pilas es de 32,3 metros.

La línea

El trazado Madrid-Segovia-Valladolid tiene una longitud de 179,5 kilómetros. El recorrido comienza por el corredor de la actual línea Madrid-Burgos, paralelo a la carretera M-607 hasta llegar al término municipal de Tres Cantos. En este punto salva una gran vaguada con el viaducto de El Salobral, y emboquilla el túnel de San Pedro, que termina en el término de Soto del Real, donde el trazado toma dirección noroeste para adentrarse en la sierra de Guadarrama a través de los mencionados túneles. Tras pasar por la estación de Segovia, las vías siguen el corredor de la CL-605 en dirección a Santa María la Real de Nieva. Tras la variante de Olmedo, ya en la provincia de Valladolid, el trazado gira hacia el norte para conectar con la línea Madrid-Hendaya, a la altura de Valdestillas. Desde aquí, el tren continuará en dirección norte hasta la ciudad de Valladolid.

El coste total de la infraestructura superará los 4.200 millones de euros. Los fondos europeos de cohesión y Feder han financiado parte de la obra.