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LUIS V. HUERGA
Jueves, 6 de septiembre 2007, 03:30
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San Antolín, de quien muchos se acordaron en la noche de ayer, se volvió en contra del Palencia. El conjunto morado hizo méritos de sobra para no tener que encomendarse a las divinidades y poder conseguir por su propia cuenta un final mejor para la participación del equipo palentino en esta edición de la Copa del Rey. Pasó la primera parte sin goles. Pasó la segunda mitad, también sin tantos, aunque por el juego del Palencia pareciera algo inexplicable. Lo mismo ocurrió en cada una de las mitades de la prórroga, por lo que el azar y las oraciones al santo patrón era la única táctica que quedaba en la pizarra del Palencia. Pero, finalmente, será la Ponferradina la que continúe por el camino de la Copa del Rey.
Extrañó mucho ver a una Ponferradina apática y sumisa en la primera parte. Si bien es cierto que los bercianos, un equipo hecho para ascender, habían estado practicando los lanzamientos de penalti antes de visitar La Balastera. La Ponferradina vino a hacer su partido, y le salió bien. El Palencia mandó en este primer tiempo, controlando el juego y presionando mucho arriba para evitar las salidas de los bercianos hacia la meta de Juanes. A los morados les faltó esa precisión en el último pase a los delanteros que pueda crear una ocasión de gol, mientras que la Ponferradina se limitó a aguantar, con escasos síntomas de ir a por el partido.
Muchas ocasiones
En la segunda mitad, La Balastera pudo ser testigo de uno de los mejores partidos que ha disputado el Palencia en esta nueva etapa. Pero ese gol no terminaría de llegar. Ocasiones hubo, como una de Jabuti en el minuto 63, rematando de tijera un centro desde la banda izquierda, o una de Carlos que se quedó solo ante la salida de Rubio, el guardameta berciano. También Alberto García envió un balón al larguero, y en la misma jugada, Calvillo, con la pierna zurda, mandó el balón a las manos del portero. Ahí estuvo el partido, pero el gol se escapó.
Así se llegó a la prórroga en la que el gol también rondó la portería de la Ponferradina, pero con el mismo éxito que durante el resto del partido. Y al final, los penaltis, que tan poco distinguen entre quien se lo ha merecido y quien no, hicieron el resto. Juanes parecía que se iba a convertir en el nuevo héroe del Palencia. El portero morado consiguió detener los dos primeros penaltis. Sin embargo, Calvillo y Alberto García fallaron cuando no lo hizo la Ponferradina y hubo que ir a la séptima tanda, donde Juanfer falló, pero Rubio sí acertó.
foro de debate del palencia:
www.nortecastilla.es
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