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El Museo Etnográfico acoge una conferencia sobre el Cáliz de doña Urraca

Será un diálogo abierto con Margarita Torres Sevilla y José Miguel Ortega del Río, autores del libro ‘Los reyes del Grial’

Alicia Pérez

Martes, 14 de marzo 2017, 14:02

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El Museo Etnográfico de Castilla y León (MECyL), con sede en Zamora, acogerá el jueves 16 de marzo la conferencia titulada 'El Cáliz de doña Urraca', impartida por Margarita Torres Sevilla y José Miguel Ortega del Río, autores del libro 'Los reyes del Grial'.

El acto, seguido de un coloquio, tendrá lugar a las 20:15 horas en el salón de actos del Museo Etnográfico, con entrada libre hasta completar el aforo.

Los autores del libro hablarán de la investigación que les llevó a formular su tesis sobre el Grial leonés, albergado en la Basílica de San Isidoro de León. Ambos historiadores aportarán datos sobre el periplo que han trazado en torno al llamado Cáliz de doña Urraca, hecho que supone una de las propuestas históricas de mayor impacto en los últimos años.

Margarita Torres, profesora de Historia Medieval de la Universidad de León, y el historiador del arte José Miguel Ortega del Río defienden que el denominado Cáliz de doña Urraca incluye la copa por la que los primeros cristianos creían que bebió Jesús de Nazaret en la última cena con sus apóstoles.

Argumentan que la reliquia es el cuenco superior de ágata de la copa. Según dos pergaminos consultados por los autores en la Biblioteca Cairota de la Universidad de Al-Azhar, la pieza estaba formada en un principio por un cuenco de ágata de época grecorromana y permaneció durante siglos en la iglesia del Santo Sepulcro.

Tras el saqueo de ésta, acabó en manos del califa de Egipto, que se la regaló en el siglo XI al emir de la taifa de Denia como agradecimiento por haberle auxiliado con víveres durante una hambruna. Poco más tarde, el emir se la envió como muestra de buena voluntad a Fernando I de León (1016-1065), y con el paso del tiempo, la pieza llegó a su hija Urraca (1033-1101). Ésta recubrió el cuenco con oro y piedras preciosas, dando lugar a un cáliz que se encuentra en la basílica de San Isidoro de León desde hace casi mil años.

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