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Níscalos decomisados por la Guardia Civil en Aliste
Aliste declara la guerra a los niscaleros furtivos

Aliste declara la guerra a los niscaleros furtivos

En la comarca zamorana están cansados de que grupos organizados recogan ilegalmente entre 600 y 1.000 kilos diarios de este tipo de seta

Alicia Pérez

Martes, 6 de diciembre 2016, 13:39

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Llegan al monte en furgonetas, con cajas y dispuestos a llenarlas con todos los ejemplares de níscalos que encuentren. Son grupos de extranjeros, en total unas 150 personas y principalmente de Rumanía, que se han alojado en la comarca zamorana de Aliste en las últimas tres semanas para recoger setas en los pinares sin ningún tipo de permiso. Este año es el níscalo el principal atractivo en una temporada micológica en la que apenas ha habido boletus y la comarca alistana, en la frontera con Portugal, la zona que por las condiciones climatológicas ha presentado una mejor campaña respecto a otras provincias como la de Soria. A esto hay que sumar el precio que ha alcanzado el hongo esta temporada, que se ha pagado a entre 12 y 15 euros el kilo, «una auténtica locura comparado con otros años».

Cuenta la comarca zamorana con regulación micológica desde hace años, pero ha sido en la actual temporada cuando la mejor producción de níscalos que ha tenido Aliste respecto a otras zonas de España la que ha atraído a grupos que sin contar con permiso se llevan de los pinares entre 600 y 1.000 kilos diarios del hongo, según las estimaciones de la Mancomunidad Tierras de Aliste.

Esto afecta a los vecinos de los pueblos y a familias que en esta temporada del año podrían haber obtenido un complemento de sus rentas con esa recolección, pero también a las cuatro industrias micológicas que hay en la zona, a las que antes iba a parar la mercancía. Esto supone, según denuncian, una pérdida importante de puestos de trabajo en las fábricas y de riqueza en la comarca. «Los industriales que han invertido su dinero en esta comarca y que crean muchos puestos de trabajo aunque sean estacionales se están viendo tremendamente afectados», explica el presidente de la Mancomunidad y alcalde de Trabazos, Javier Faúndez, sobre unas fábricas que han pasado de tener entre 25 y 30 trabajadores cada una en pasadas campañas a dos en estos momentos.

Lagunas normativas

«Ha originado un problema bastante importante porque a esta gente le da exactamente igual lo que le hagas. Conocen de maravilla nuestra legislación y las lagunas normativas que existen y se aprovechan de ellas», explica Javier Faúndez sobre una situación y sensación de «impunidad» contra la que se revuelven los alcaldes y vecinos de la zona.

Y es que aunque la Guardia Civil y los agentes forestales de Medio Ambiente han incrementado la vigilancia en las últimas semanas, la normativa únicamente permite que la mercancía sea decomisada en el propio monte y no una vez que se pone en carretera. «Una vez que esas setas están puestas en una carretera, la Guardia Civil los para pero no les puede decomisar la mercancía. Se abre un acta, pero la mercancía se la llevan, que es lo que les interesa», manifiesta el regidor alistano sobre una situación en la que también se han presentado denuncias que, según sus declaraciones, no van a ninguna parte. «Lo que pierden en el peor de los casos es la mercancía. A algunos les ha detenido la Guardia Civil, les ha decomisado la mercancía y a las pocas horas, cuando salen del cuartel, están otra vez en el monte», asegura.

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