Un lento Pitarroso deja tres heridos por asta de toro y uno por una caída en el Enmaromado de Benavente

Se lució ayer Pitarroso por las calles de Benavente. El Toro Enmaromado de 2016 protagonizó una carrera lenta y multitudinaria en un recorrido que tuvo que ser acortado y en el que dejó tres heridos por asta de toro de carácter leve. Los dos primeros fueron un varón que sufrió un pequeño pinchazo y una señora que fue herida en un gemelo, según informó al término de la carrera el alcalde, Luciano Huerga, quien mostró su satisfacción porque no hubo daños personales de gravedad y porque Pitarroso finalizó el espectáculo taurino. Además hubo otro herido que sufrió un neumotórax debido a una caída.

Miles de corredores de Benavente y aficionados de la provincia y de otras limítrofes acompañaron al animal, un Samuel Flores de 620 kilos de peso y de gran envergadura que, atado a una maroma y guiado por los mozos, hizo una salida rápida y espectacular del toril después de que sonara la bomba que venía avisando del inicio del festejo desde las siete de la tarde a cada cuarto de hora.

Mucha expectación y afluencia de público en los Cuestos del Toril desde antes del inicio del festejo en el día grande de las Fiestas del Toro Enmaromado que celebra la localidad zamorana desde el chupinazo del lunes. Cumplió ayer Benavente una tradición de siglos que se celebra el día anterior al Corpus Christi y que aparece en la documentación municipal desde el año 1780.

Fue una carrera tranquila y pausada por las calles benaventanas, que estuvieron abarrotadas de público en aceras, bares, balcones y portales. El público disfrutó en ellas con el trote de Pitarroso y con los arranques de un animal bravo y con fuerza. Tardó casi veinte minutos el astado en alcanzar la primera argolla en la plaza de la Madera y el Ayuntamiento de Benavente decidió acortar la carrera de más de dos kilómetros por la calle de los Carros eliminando el paso por Santa Clara. La decisión se adoptó en base al tiempo que llevaba el astado en la calle, lo que aumenta la confianza de los corredores y el conocimiento que va adquiriendo el animal, lo que supone un mayor peligro para los asistentes. Fue dirigido el astado así desde la calle de los Carros a La Farola, donde se sitúa la segunda argolla, y de aquí directamente al matadero, donde la última bomba anunciaba la muerte del animal una hora y 42 minutos después de la salida del toril.

«Ha hecho una carrera de manera pausada pero cuando arrancaba lo hacía con peligro. Ha llegado, así que fantástico y contentísimos porque no tenemos que lamentar graves daños personales, que es lo fundamental», explicó el alcalde de Benavente tras el evento que, declarado Fiesta de Interés Turístico Regional y Festejo Taurino Tradicional, aspira a ser de Interés Turístico Nacional.

Fue la de ayer además una de las carreras más multitudinarias que se recuerdan. «Hacía 15 o 20 años que no se veía tanta gente en las calles. Ha sido impresionante y una preciosidad ver el colorido y a la gente disfrutar. Estamos orgullosos porque todo el mundo ha disfrutado del toro», afirmó el regidor sobre una tradición que quiso alejar de la polémica sobre el Toro de la Vega de Tordesillas.