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Manifestacion de los estudiantes de bachillerato en Valladolid por una EBAU única. Gabriel Villamil
Valladolid y Castilla y León brillan en 'la otra EBAU', las olimpiadas

Valladolid y Castilla y León brillan en 'la otra EBAU', las olimpiadas

Los puestos de honor obtenidos en estas pruebas, idénticas para todo el territorio, superan a los que les correspondería por población

Antonio G. Encinas

Valladolid

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Lunes, 21 de mayo 2018, 08:15

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En menos de tres semanas, los alumnos de segundo de Bachillerato de Castilla y León se enfrentarán a la EBAU (otra forma de llamar a la Selectividad de toda la vida) sin que se haya tenido en cuenta su reclamación por «una EBAU más justa» o por un examen idéntico para todo el territorio nacional. La pretensión de medirse en iguales condiciones con el resto de este reino de taifas educativo no se dará entonces, pero sí lo han podido hacer en las diferentes olimpiadas educativas que se han celebrado. En esos juegos del conocimiento han podido batirse de igual a igual en Biología, Geología, Filosofía, Química, Física, Matemáticas o Estadística. El resultado es significativo. La cosecha de medallas y puestos de honor de los alumnos de Castilla y León está muy por encima de lo que les correspondería en función de la población de la comunidad autónoma.

Falta por disputarse, por ejemplo, la fase final de Economía, que tendrá lugar a finales de junio. Y no ha habido medallas en Geología (que celebró su fase final en Segovia) ni en Filosofía (donde el año pasado fue subcampeón nacional y medalla internacional el vallisoletano Álvaro Salgado Carranza). Por otro lado, una competición como la Nacional de Estadística -dentro de un concurso europeo-, en la que han participado 236 equipos de toda España, tuvo un campeón vallisoletano en Bachillerato, Jaime Gómez Benavente, y un finalista, el IES Federico García Bernalt, de Salamanca, en la categoría de FP y ESO. Y en competiciones tan tradicionales y potentes como Física, Química y Matemáticas, han obtenido 14 medallas.

Castilla y León cuenta con el 5,1% de los estudiantes de Bachillerato de toda España y algo menos, el 4,4%, de los de Secundaria.

Comunidades como Madrid o Cataluña lucen siempre en los primeros lugares de los medalleros por números absolutos, aunque también son de las comunidades que cuentan con más población estudiantil en esas franjas, entre el 14% y el 16%. Andalucía, que aporta casi una quinta parte del alumnado en Secundaria y Bachillerato, no se ha llevado ninguna medalla en Química, ha obtenido un 8% de los metales en Matemáticas y tampoco ha estado a la altura prevista ni en Geografía ni en Física. Solo ha aguantado el tipo en Biología, con dos medallas de las diez otorgadas.

Estos resultados coinciden con lo que apunta el informe Pisa, que sitúa precisamente a Castilla y León, junto a Madrid y Navarra (Cataluña es sexta), en un grupo de cabeza dentro de la educación española.

Recientemente se celebró en Valladolid la fase final de la Olimpiada de Física, a la que concurrieron los 136 alumnos clasificados en toda España. Un profesor de una comunidad pequeña esperaba la entrega de medallas con uno de sus representantes. «El chico es bueno, pero no creo que saque nada, el nivel aquí es brutal», confesaba antes de comprobar que su pronóstico era cierto.

Jesús María de Palacio, profesor de los Maristas que acompañó a uno de los medallistas vallisoletanos, asume que «al final lo que hay para valorar es la EBAU», aunque reflexiona sobre lo injusto del sistema. «Al final casi todo el mundo aprueba, pero si uno quiere ir a Medicina, necesita un 12,5 y saca un 12,3, está frustrado».

Esa es la trampa que espera a los mejores. Especialmente a los mejores de Valladolid y, por consiguiente, de Castilla y León. En la fase final de la Olimpiada se encontraron con que el examen de Historia era un tema de conversación habitual. Tras la presión de los estudiantes, la Consejería de Educación decidió considerar «prioritarios» 67 de los más de noventa estándares que entraban en la prueba de esta materia. En otras comunidades no llegan a 30. Bachilleres que competirán con los vallisoletanos por acceder a un doble grado, por ejemplo, les confesaban que estudian solo la mitad de esos 30, porque el tipo de examen, con diferentes opciones, lo permite.

Frustrante.

Para ellos y para sus profesores, que buscan que el talento tenga recompensa. Y el sistema no lo permite. Cuenta María Jesús Rodríguez, del IES Pinar de la Rubia, que este año tiene «muchos alumnos muy buenos». Como las matrículas de honor son limitadas, «va a haber alguno que se va a quedar sin ella, porque se van a dar con 9,6 ó 9,8». Y aún tendrán que pelear en la EBAU, en inferioridad de condiciones, por lograr alcanzar su sueño.

El Ministerio remolonea con la prueba internacional

Llevar a los cinco mejores a la Olimpiada Internacional de Física, en Lisboa, cuesta unos 3.500 euros. Y a día de hoy no saben si van a poder ir porque el Ministerio de Educación no se ha pronunciado. En Filosofía, el año pasado, los padres de Álvaro Salgado tuvieron que desembolsar el dinero para que pudiera viajar a Holanda a conquistar una medalla para España. Lo último que supieron los ahora premiados es que el Gobierno no iba a presentar equipo ni en la Internacional ni en la Iberoamericana. «No nos han dicho ni que no, ni que sí, están a la espera de lo que dice el Ministerio, que no ha dicho nada», explican los vallisoletanos clasificados para la de Física. Una oportunidad que se escapa.

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