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El monasterio de Valbuena de Duero, en la actualidad. Ical
Los últimos días de su primera estancia en Valladolid (X)

Los últimos días de su primera estancia en Valladolid (X)

Valladolid es la villa española que acumula el mayor número de pernoctaciones del emperador, por encima de Madrid

José LuIs Chacel

Lunes, 19 de marzo 2018, 21:36

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A mediados de marzo de 1518 Carlos I mantuvo una entrevista con Fray Bartolomé de las Casas en Valladolid. El dominico le informó sobre el trato que recibían los indígenas americanos por parte de los conquistadores españoles y de los abusos que se estaban cometiendo. Para remediar aquella situación, le propuso la creación de comunidades en las que convivieran los campesinos españoles con los indios. El fraile ya había expuesto esta problemática al rey Fernando el Católico y, posteriormente, al cardenal Cisneros, regente de Castilla, pero no se había hecho nada al respecto. La perseverancia del dominico en defensa de la población indígena no obtuvo respuesta hasta los días posteriores a la celebración de la reunión llamada Controversia de Valladolid, que tuvo lugar en nuestra ciudad el día 15 de agosto de 1550. Aun así, habría que esperar 32 años para que se modificaran las 'Leyes de indias' y se creara la figura del 'protector de indios'.

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El 22 de marzo, Carlos I partió desde Valladolid con destino a Zaragoza, en compañía de sus hermanos Fernando y Leonor y de la reina Germana. Todos escoltados por un nutrido e importante séquito. Ese día concluyó la primera de las visitas del rey a nuestra villa, que había comenzado el 18 de noviembre del año anterior. Aquel periodo, ligeramente superior a cuatro meses, fue el primero de los doce en los que residió en la villa vallisoletana a lo largo de su vida. Las duraciones de dichas estancias variaron desde la más larga, que aconteció en el bienio 1522-1523 y se extendió a lo largo de 325 días, hasta la acontecida en 1539 que duró solo uno. Las pernoctaciones que Carlos V totalizó en la capital vallisoletana sumaron 1.080, sin tener en cuenta las que se produjeron en distintas ubicaciones de la provincia, que fueron 170 más. En este sentido, cabe destacar las nueve veces que visitó a su madre en Tordesillas, donde pernoctó 73 días. Como era un gran aficionado a frecuentar conventos y monasterios para reflexionar con los frailes y buscar la paz interior, también descansó en Valbuena, Aniago, el Abrojo, y la Granja de Mombiedro, totalizando 18, 11, 10 y 3 días, respectivamente, en cada uno.

Las poblaciones de la provincia donde también hizo noches fueron Medina del Campo, Cigales, Peñafiel, San Martín de Valvení, Mojados, Portillo, Cabezón de Pisuerga, Tudela de Duero, Villanubla, Villabáñez, Villardefrades, Traspinedo, San Miguel del Arroyo, Olmedo, Valdestillas y Villalar. En esta última población pernoctó el 28 de junio de 1534; once años y dos meses después de la famosa batalla que supuso la derrota del ejército comunero por las tropas imperiales.

«Curiosamente el infante Fernando, quien sustituiría a su hermano Carlos como emperador del Sacro Imperio Romano Germánico, a pesar de vivir 71 años, no volvió a pisar suelo hispano»

Valladolid es la villa española que acumula el mayor número de pernoctaciones del emperador, por encima de Madrid, con 620, Barcelona, con 609, o Yuste, con 595.

Comparando las cifras que indican el grado de permanencia de Carlos V en nuestra capital con las de otras ciudades europeas, se observa que Valladolid ocupa el tercer lugar, siendo superada por Bruselas, con 5.036 jornadas, y por Malinas, con 3.355, en las cuales pasó la mayor parte de su infancia y juventud. Si contabilizamos los datos desde que desempeñó tareas de gobierno, Valladolid es la segunda ciudad tras Bruselas.

Volviendo al mes de marzo de 1518, el día 23, la comitiva llegó al Monasterio de Valbuena, donde pasaron una semana descansando en compañía de los monjes y disfrutando con la caza de las muchas y variadas especies existentes en los alrededores.

El 30 de marzo entraron en Aranda de Duero, donde los vecinos les recibieron con las calles engalanadas y grandes muestras de hospitalidad. Al día siguiente, miércoles santo, el coro de la capilla flamenca que los acompañaba cantó Tinieblas en la Iglesia Mayor.

El 20 de abril, su hermano, el alcalaíno Fernando de Habsburgo se despidió de Carlos y partió desde Aranda de Duero con destino a Flandes. Enterados en Valladolid de esta marcha, se produjeron diversas manifestaciones de protesta y, entre ellas, la aparición de un pasquín clavado en la puerta de la iglesia del convento de San Francisco con el siguiente texto: '¡Ay de ti Castilla si consientes que se hayan llevado al infante Fernando!'. Curiosamente, este infante, quien sustituiría a su hermano Carlos como emperador del Sacro Imperio Romano Germánico, a pesar de vivir 71 años, no volvió a pisar suelo hispano.

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